Tifawin. Buenos días.
Presos.
Presos por un sistema, el cual te hace creer que eres libre, cuando es todo lo contrario, desposeídos de no sólo cosas materiales, que al fin y al cabo, vienen y van, peor aún anulados de voluntad, presos y condenados a justicia, sin justicia, atados, sin atar de pies y manos, condenados a la indignidad y la ignominia, sin cabida de recurso, con un sistema democrático, para que creamos que tenemos, libertad, sin tenerla, una triste farsa. Un sistema donde el último movimiento está calculado y tejido como una tela de araña. Esclavos que traicionan a otros esclavos, donde unos sindicatos, han traicionado al obrero. Donde el obrero es condenado a trabajo forzados, con pingües remuneración, donde la sal, nunca da para el agua. Por módulos piramidales, donde los de la base, soportan la presión de los de arriba, sólo una ínfima parte llega ya, más que sea a la mitad de la pirámide. Donde está todo calculado, como la ingeniería de un reloj suizo. Cansado de la apatía permanente, del buen rollismo, de poner los mismos, las mismas mejillas. Condenados a galeras que son simbólicas, pero son galeras. Dando gracias permanentemente, por tener un trabajo, que el costo de la vida se come la soldada, que llegaremos a ancianos que en todas las culturas se respetaban y en esta se desecha, dando paso a otra pieza más sumisa y esclava sin derecho a réplica. ¿ Que mierda de monstruo dejamos crecer ? Más bien fue un plan muy bien ideado, para que el secuestrado tenga por siempre el síndrome de Estocolmo. Afecto, cariño y amor por su verdugo. Vivimos en una sociedad creada, para anular voluntades, crear sumisos y conformismo por doquier. Somos autómatas desechables, que cuando no les seamos útiles, seremos remplazados por otros aun mejor, más manejables y sumisos.