He cambiado.
Ya no soy la mismo. Ni siquiera me siento joven, feliz, atractivo, y agradable (tampoco lo fui nunca, más bien fui ácido) .
Ahora me siento cansado, muchas veces angustiado, deprimido, feo y déspota .
Aunque bueno, puede que ya me sintiera así desde siempre.
A nadie le gusta mi forma de ser, y lo entiendo. Porque a nadie le gustaría estar como estoy ahora.
Antes me preocupaba por todos, intentaba hacer amigos e incluso ser como yo mismo era. Pero ahora, puede que ría y llore de la risa en el colegio...pero en realidad no me siento así. Me sigo preocupando por los demás, salvo que yo no me preocupo por mí mismo. Nunca lo hice. Ahora paso de todo lo que me rodea.
Paso de las chicas, que lo único que se consigue es sufrir después de todo.
Paso de sonreír. ¿Para qué? ¿Para causar buena impresión a los demás? No me gusta engañarme. Por esa razón, no me gusta mentir a los demás. Aunque ellos lo hagan.
El día me deprime, y la noche me alivia. ¿Raro? Puede.
Oscuridad alrededor. Silencio. Eso es lo que me hace falta.
Un poco de silencio, para poder encontrarme en toda esta marea negra. Que lo único que hace es hundirte más y más, hasta que llegas al fondo y no puedes nadar hacia arriba para poder estar a salvo. Mucha mugre encima tuyo. La mugre de la sociedad. Que gracias a ellos puede que haya aprendido a ser más fuerte de lo que creía que era, pero ahora querida, he cambiado.
Desearía ser otra vez ese pibe joven, feliz y sonriente... que su único miedo eran, simbólicamente como decías ...... "tienes muchos monstruos bajo tu cama". Y ahora me doy cuenta y te doy la razón de que los monstruos están en mi interior, dentro de mí. Pero desde tu partida, hay como un un nuevo renacimiento, en el cual voy viendo detalle a detalle, tambien poco a poco, cada dia, no sea que la rabia me haga morir de pena.