martes, 24 de junio de 2014

Los BEREBER

auaritas, benahoaritas = los awara

Para fijar correctamente los orígenes del grupo que arribó por primera vez a la isla de La Palma nos tenemos que trasladar irremediablemente al norte de África. En este ámbito, tenemos al alcance de la mano recientes investigaciones lingüísticas, arqueológicas, afinidades culturales y genéticas que emparientan irremediablemente las poblaciones canarias con las norteafricanas. No sólo pervive el tipo prehistórico Mechta-Afalou sino también el alto porcentaje mediterranoide, originarios del Próximo Oriente y que es el más cercano a los amazigh actual. A estos protomediterráneos, apunta G. Camps, muy bien podríamos llamarles protoberéberes por su cultura y sobre todo por su marcada propensión a la decoración con motivos geométricos, que son muy similares a los utilizados en la actualidad en el adorno corporal y en la decoración de la cerámica por sus sucesores beréberes.Sabino Berthelot confirmó en el siglo XIX, contra la creencia general, que el fondo de la población actual de Canarias es aborigen, como pudo comprobar haciendo un estudio craneométrico comparativo con los cráneos de los osarios de los cementerios y los encontrados en las cuevas funerarias de los guanches.Recientemente, el investigador Francisco García-Talavera  igualmente pudo comprobar como la población canaria actual conserva en un alto porcentaje (48 %) del grupo sanguíneo 0 norteafricano frente al grupo A europeo (39,6 %). Por otra parte, se observa que los porcentajes del sistema AB0 en Canarias se asemejan más a los de los países maghrebíes que a los europeos ibéricos. No obstante, son los resultados de las investigaciones de Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza en 1994, los que por primera vez sitúan a los canarios en su lugar correspondiente con respecto a otras 48 poblaciones autóctonas africanas que albergan un mayor porcentaje de material genético comparativo.Un estudio de la Universidad de La Laguna (periódico “El Día” 6 de abril de 2002) realizado por investigadores del Departamento de Genética analizaron la información que proporciona el cromosoma “Y” -el que trasmite la masculinidad- en 652 hombres de todas las islas, para determinar el grado de influencia genética aborigen trasmitida por linaje paterno que pervive en el Archipiélago. En Canarias se constata una clara asimetría sexual entre el 10 % de influencia genética aborigen heredada por vía paterna frente a un 30-40 % trasmitida por linaje materno. Esta asimetría sexual se debe a que mientras gran parte de los varones aborígenes fueron deportados o aniquilados, los conquistadores y colonos se emparejaron con las mujeres, y por ello son mayores en la población canaria los marcadores genéticos de influencia materna. El ADN mitocondrial que se trasmite por vía matrilineal, ha dando como fruto la localización de un subtipo dominante en las secuencias estudiadas sobre 300 muestras de la población canaria actual: 163-172-219-311, con una frecuencia del 8 %, que nunca ha sido encontrado fuera de las Islas Canarias. Se encontró asimismo en el haplogrupo U, un “motivo canario” (U6b1) restringido a estas islas y que fue transportado desde el continente africano por los primeros pobladores.Los cronistas e historiadores de los siglos XV y XVI señalaron para el Archipiélago la misma raza pero con diferencias en el componente étnico, caracterizando a los awara por los grandes cuerpos, gruesos y de raza blanca más que los otros isleños, seguramente algunos de tez rubia y otros más oscuros como el citado por Abreu Galindo, Azuquahe (moreno, negro). Localizar ahora un nombre entre los miles que se registran a lo largo de los últimos 3.000 años en el norte de África que responda a la forma lingüística awara ya es una tarea difícil que requiere cautela. Por lo pronto sabemos que una de las primeras referencias escritas es la que aporta Plinio cuando cita y coloca a los baniurae en el Atlas. Más tarde, el geógrafo y astrónomo árabe El Edrisi en el siglo XII, apunta la variante haovarythas, mientras que el reconocido historiador árabe Ibn Khaldum, nos descubre a los hawwara establecidos en el Fezzan y el Hoggar argelino. También nos habla de la apostasía de los hawwara, pueblo nómada que llegaba hasta el norte de Gao, al sur del Sahara. León el Africano, que escribe en el siglo XVI, coloca a los haoara como los habitantes de la región de Tenresna, lindante al sur con el río Um er-Rebia que desemboca en el Atlántico, en Azaun.Una pista más cercana a nosotros es la que nos aportan el fraile franciscano Abreu Galindo y el ingeniero militar Leonardo Torriani, a finales del XVI, después de que visitaran la isla de La Palma y conocieran algunos descendientes de aborígenes. Abreu Galindo es muy claro al referir que los primeros pobladores de Canarias vinieron de África, concretamente de la provincia llamada Mauritania después del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Para ello se basa en la ya famosa narración de las “lenguas cortadas”: escarmiento que los romanos dieron a grupos insurgentes beréberes, unos los mataron y otros, después de cortarles la lengua, los metieron en barcos con provisiones y animales y los trajeron a las Islas Canarias.Por otro lado, el ilustre Viera y Clavijo, en el siglo XVIII, recoge la variante benhahoave; el comerciante británico George Glas, los descubre como los Beni-hoare, situándolos también en el Atlas. En la siguiente centuria, Sabin Berthelot menciona a la gran confederación de los haouarah.“…es el bereber, cuyo tipo de raza se compone, por agregación y alianza, de hordas autóctonas o inmigrantes que, en diversas épocas, se fueron estableciendo en el norte de África, a un lado y a otro de la cadena del Atlas… De este modo, el hombre de tez blanca, mejillas sonrosadas, frente ancha, cara cuadrada, de trazos angulosos, ojos azules y cabello rubio, se hace notar entre la mayor parte de los habitantes de las montañas del Rif (los rifeños de Marruecos), así como entre las tribus de Zenetháh, Gomera y Haouarah” (S. Berthelot).La aportación del exmilitar y aventurero francés Charles Foucauld nos parece bastante interesante al exponer el correspondiente etnónimo de la célebre tribu huara, repartida por el centro y oeste del Atlas, antaño habitantes del Fezzan libio. Según el autor, esta voz se vincula al vocablo Ahaggar (tuareg noble) que da nombre al famoso macizo central sahariano, puesto que la “u” y la “w” se presentan con frecuencia como doble “g”; de este modo, huara se transformó en agra, sinónimo de noble. Foucauld reconoce la temeridad que supone pisar las tierras de los huara por su fiereza, distribuidos en alquerías aisladas unas de otras, con numerosos y fértiles campos de cultivo y huertas y abundante ganado en el wad Sus, al pie del Gran Atlas. Se puede admitir por tanto, concluye Ch. Foucauld, que la tribu bereber “houara” cuyo nombre se transformó en “Ahaggar” emigró desde el Fezzan libio hacia aquel macizo montañoso que tomó su nombre y redujo al vasallaje a las antiguas poblaciones beréberes (Isabaten) que lo habitaban con anterioridad y su denominación se convirtió pues en sinónimo de “noble” puesto que fue la comunidad conquistadora y soberana.De enorme interés para nosotros es la denominación con la que los indígenas identificaban a su isla-espacio: benawara, cuyo significado sería entonces “la tierra de los nobles”, la que Abreu Galindo determinó como “mi tierra” y otros como “mi patria”. El nombre del pueblo es también el de su territorio, como es habitual en este tipo de poblaciones.También seguimos las huellas de los awara en la Península Ibérica con buenos resultados, pues desde el inicio de la ocupación árabe en el siglo VIII, llegaron fracciones de la confederación como parte de las tropas beréberes que acompañaron a Tariq y Muza. Su presencia conlleva una dispersión geográfica amplia que abarca todo el centro, sur y este peninsular, identificados sus asentamientos por los prefijos banu o beni con el que empiezan sus nombres. En el siglo X tenemos constancia de que en Albarracín está asentada una familia de origen bereber: los banu razín. Esta familia, que dio el nombre a la ciudad, pertenecía a la comunidad de los hawwara del tronco de los butr ocupando, desde el mismo comienzo de la dominación musulmana, las serranías del Alto Tajo y del extremo sur del Sistema Ibérico.Benalauría se encuentra situada en el Valle del Genal Medio, Serranía de Ronda (Málaga), y es a principios del siglo VIII cuando los pueblos beréberes (hawwara, maggila, saddina, nafza…) se asientan en este valle, jalonando sus laderas con una serie de aldeas que llevan el nombre de sus linajes. Uno de estos, los banu-l-hawariyya, dieron nombre a este pueblo.Otros ejemplos interesantes son los de Alhaurín de La Torre (Málaga) y el de Abarán (Murcia). Alhaurín es el resultado de un poblamiento por parte de un grupo bereber de la familia al-hawwara, (pronunciado Aljaura). Los miembros de este grupo se establecieron en diferentes puntos de la provincia, y entre ellos, el área ocupada por el pueblo, llamándose desde entonces al-hawwariyin (los hawwara) pronunciado en árabe Aljaurín y en castellano Alhaurín, con el significado “lo de los hawwara, la finca de los hawwara”. Constituye lo que se ha definido como “reunión de individuos que descienden de un antepasado común”. De esta forma surgió la alquería de Alhaurín de la Torre.Asimismo, son descubiertos en la zona de Morón y Marchena, en el valle del Guadalquivir; en las serranías conquenses y en el valle del Ebro, concretamente en la localidad de Fabara (Zaragoza), topónimo que se asocia a la comunidad hawara. Incluso, la dinastía bereber Di-l-Nun, Banu, perteneciente al grupo hawwara, gobernó el reino taifa de Toledo. Nasir al-Dawla fue nombrado Visir (1036-1043), sucediéndole su hijo, Yahya ibn Ismail al-Mamun (1043-1075), que fue atacado por Sulayman ibn Hud de Zaragoza y firmó un pacto de amistad con Alfonso VI.Sin abandonar la España peninsular, es preciso acercarnos al yacimiento arqueológico de Valeria (Cuenca), habitado desde el Bronce Antiguo. Fue conquistada en 179 a.C. durante las campañas romanas de Tiberio, alcanzando, como ciudad romana, su esplendor entre los siglos I y II. Durante el período visigodo se convierte en sede episcopal sufragánea de Toledo y durante la invasión musulmana fue poblada por beréberes de las comunidades hawara y madyuna, procedentes del Rif y del Gran Atlas.En 921, Al Istajri nos ilustra que los beréberes miknasa, nafza y hawara son de las tribus de Al Butr y se encuentran en Al Ándalus. El referido autor señala incluso los caminos de Al Ándalus y en el número cuatro especifica: “de Córdoba a Miknasa cuatro días; de ésta a Hawara otro tanto; de allí a Nafza diez días y de ésta a Zamora cuatro días” . Huwara, hoara, hoare, hoara, haouara, hawwara, hawara o awara corresponde a las diferentes variantes del etnónimo de la misma comunidad norteafricana en diferentes momentos históricos. Actualmente existe el nombre huara para designar a un grupo de dialecto taselhit que vive en el sur de Marruecos, conocido por Charles Foucauld y por Abercromby entre otros. Hoy en día es bastante frecuente entre los canariólogos la forma benahoaritas o simplemente auaritas, para referirse a los antiguos habitantes de La Palma, cuando el nombre comúnmente utilizado entre los propios habitantes de huwara en Marruecos, hoy arabizados, viene a ser Ahel Huwara, equivalente de Ait huwara en Taselhit. El nombre de huwara es una voz morfológicamente arabizada por analogía al de otras tribus árabes de Marruecos como Siadma, Dukkala, etc., por lo que tiene etimológicamente un valor colectivo (Admed Sabir, 2001)Hay que señalar que no están bien explicadas del todo las causas de la proliferación de-ita en el griego y latín cristianos, así como de su uso para gentilicios; y es que, por un lado, la terminación -ita ya se había usado en griego arcaico y clásico para crear gentilicios {sibarita, abderita, etc.). Las vacilaciones morfológicas afectan sobre todo a los sufijos utilizados en la formación de gentilicios. Es frecuente el uso para formar gentilicios semíticos (árabes, hebreos, etc.) el sufijo -ita. Este sufijo es un elemento que se pospone para formar una palabra y que le añade significación. Son una clase de adjetivos que denotan la patria o nación, o el lugar de pertenencia de las personas.El prefijo –ben arraigado en la palabra Benahoare = “el lugar donde (está) el ancestro” o, literalmente, “el lugar del ahwâra”, es decir, el territorio insular de la isla de La Palma que habitó el pueblo Hawâra distribuida en tiempo y espacio por el norte del continente africano antes de la invasión islámica (siglo VII).De toda esta sucesión de términos, el que creemos más cercano a los orígenes del pueblo y el que más fácil se adapta a nuestra forma gramatical castellana es el de awara, donde la “w” se pronuncia como “ua”. Aparte, el sufijo “h” es un elemento sin significación concreta que no añade nada al sentido del término, aunque se pronuncie, siendo más confusos los que actualmente se utilizan: auaritas o benahoaritas. Encima, el sufijo -itas es una castellanización que ya está lexicalizada en referencia a la “comunidad de”, o sea, que sobra cuando se le añade el otro prefijo o raíz “Ben”, también lexicalizado en el mundo bereber al referirse a “madre de”, “hijo de”, “los (lugares) de” o “territorio de” acompañando exclusivamente a los antropónimos y referido al grupo o afiliación con carácter manifiesto de identidad. Siguiendo el modelo antiguo, casi todas las sociedades forman sus nombres propios a partir de las denominaciones clánicas o grupales; les está asociado.Todo debe tener sentido, pues si no, nada tiene sentido: si awara define a los primeros pobladores que habitaron la isla de La Palma, Benawara es su tierra; esto es, la “tierra de los awara (los nobles)”. El nombre propio a partir de la denominación popular le está asociado. Su denominación se convirtió pues en sinónimo de “noble” derivado de “ahouaren



Los cronistas e historiadores de los siglos XV y XVI señalaron para Canarias la misma raza pero con diferencias en el componente étnico, caracteriza a los auaritas, benahoritas, awaras por los grandes cuerpos, gruesos y de raza blanca más que los de otras islas, seguramente algunos de tez rubia y otros más oscuros, como el citado por Abreu Galindo, Azuquahe, moreno negro. Por lo pronto sabemos que una de las primeras referencias escritas es la que aporta Plinio, cuando cita y coloca a los beniurae en el Atlas. Más tarde el geógrafo y astrónomo árabe El Edrisi en el siglo XII, apunta la variante haovarythas, mientras que el historiador árabe Ibn Khaldum, nos descubre los hawwara establecidos en el Fezzan y el Hoggar argelino. También nos habla de la apostasía de los hawwara, pueblo nómada que llegaba hasta el norte de Gao, al sur del Sahara. León el africano, que escribe en el siglo XVI, coloca a los haoara como los habitantes de la región de Tenresna lindante al sur con el río Um er-Rebia, que desemboca en el Atlántico en Azaun. Abreu Galindo es muy claro al referirse que los primeros pobladores de Canarias vinieron de Africa. Viera y Clavijo en el siglo XVIII, recoge la variante benhahoave. El comerciante británico George Glas los descubre como los beni-hoare, situándolos también en el Atlas. Sabin Berthelot menciona a la gran confederación de los haouarah. " es el bereber cuyo tipo de raza se compone por agregación y alianza, de hordas autóctonas o inmigrantes que en diversas épocas se fueron estableciendo en el norte de Africa, a un lado y a otro de la cadena del Atlas... . De este modo el hombre de tez blanca, mejillas sonrozadas, frente ancha, cara cuadrada, de trazos ángulosos, ojos azules y cabello rubio, se hace notar entre la mayor parte de los habitantes de las montañas del Rif ( los rifeños de Marruecos ), así como entre las tribus de Zenetháh, Gomera y Haouarah. " ( S. Berthelot ) En la actualidad, existe la variante los Beni-Oúarain constituyen una confederación formada por en torno a diecisiete tribus bereberes que habitan predominantemente el extremo noroeste de la zona del medio Atlas marroquí. Reconocidos y admirados por la calidad de los textiles Beni Ouarain, a la cual han contribuido la pericia de sus artesanos tejedores, en su inmensa mayoría mujeres, y la calidad de la lana empleada procedente de una pequeña variedad de ovejas, que aún pueden encontrarse en áreas de la zona que habitan.







Aproximadamente en el año 950 antes de nuestra era Sheshonq I asciendo a Egipto fundando la Dinastia 22, o Dinastia Libia. el calendario amazigh  observa el ascenso al poder de Sheshong como inicio del computo del tiempo.Pero en realidad Sheshonq no fue el primer faraón libio. en realidad el primer faraón dee origen libio del Egipto dinástico fué Osocor en el 984 antes de Cristo. Osorcor era el jefe de losMashauash, una tribu amazigh libia que habia estado durante muchos siglos en conflicto permanente con Egipto y que finalmente tomó el poder.Las dinastias amazigh que gobernaron Egipto durante mucho tiempo fueron las dinastias 22, 23 y 24, estas dos ultimas cohetaneas de la primera al dividirse el reino.Pero las conexiones amazigh con Egipto puede que no empiezen en el periodo intermedio, sino en el Egipto predinastico, en la era de leyenda de los faraones dioses, que correspondería con la edad de bronce en Europa. El libro de los muertos dice que el Dios-Faraón Thoth, uno de los dioses mas importantes - Dios de la sabiduria, de la escritura, de las matemáticas, inventor de las artes y de la ciencias - vino de una isla mas alla del horizonte hacia el Oeste.Las diferentes nacionalidades etnicas del antiguo Egipto, Libios-Amazigh, Nubios, Asiaticos-Persas y EgipciosLibios en el antoguo egipto, tatuajes amazigh y una pieza de ropa que recuerda al tamarcoLas similitudes con los tamarcos, los tatuajes, e incluso el adorno con plumas de aves que comentan algunas crónicas son evientesEn dicha isla, la isla de la llama de fuego, habia un gran volcán. También tenia una ciudad con una colina en medio y rodeada de rios o barrancos. Dicha isla se menciona en los textos de las piramides, en el himno de Ramses IV y en el libro de los muertos. Thoth era el "Señor del Oeste" y en las pirámides, en el mito de la creación se dice que dicha isla estaba más alla de los limites del mundo, hacia el Oeste y era el lugar donde nacian los dioses.En el oasis de Siwa - de una cultura amazigh anterior a la egipcia de donde provenían los primeros faraones predinásticos - el dios Thoth en realidad es la ancestral diosa Tit, la diosa de la fuente, de la escritura y de las matemáticas. Esta tradición enlaza en Canarias con restos arqueologicos en Canarias de dameros junto a fuentes y lugares para abrevar el ganado.Para dar más leyenda y misterio al tema, Herodoto y Diodorus hablan de una tribu de Atlantes (o Atlántica) que vivian en Lybia. Heorodoto las describe viviendo en la vecindad del monte Atlas (Historia, Libro IV) y Diodorus (Lib. Hist, Libro III) dice que vivian en regiones que estaban cerca de la orilla del mar. Ambas descripciones coinciden con Marruecos y Canarias. Dicha tribu conservaba tradiciones del tiempo en que estaban gobernados por los dioses Ouranos, Cronos y otros, cuyo origen estaba en el Oceano Atlántico.Por otro lado los antiguos textos Sanscritos el Vishnu Purana, uno de los Puranas Hindues más antiguos, habla de "Atala, la isla blanca" una de las siete dwipas (islas) que pertenecen a Patala (Libro II, cap i, ii y iii). Este texto sitú Atala geograficamente en la septima zona, que equivaldria a los 24-28 grados de latitud norte, es decir en la misma latitud que las Canarias.Los canarios tenemos que descubrir nuestras raices étnicas y las leyendas que se hunden en la noche de los tiempos. Nuestra historia no empezó hace 500 años, sino hace más de 3.000 como minimo. Los textos Sanscritos mencionados tienen más de 10.000 años de antiguedad, en unos tiempos en los que el Sahara era verde y lleno de vida, con mares interiores y una extensión mayor que el de todo Estados Unidos.






Para empezar a hablar de los pueblos aborígenes que poblaron las Islas Canarias a la llegada de los conquistadores primero hay que resolver una cuestión de vital importancia, quizas la mas escabrosa e importante cuestión acerca de los pueblos aborígenes canarios, y que ha traido en jaque a todos los historiadores y estudiosos de la historia Canaria, ¿Como y porqué llegaron y poblaron estos pueblos aborígenes un archipíelago Atlantico situado a 20 leguas de las Costas Africanas?.

Los aborígenes canarios aun teniendo una serie de rasgos significativos segun su isla origen, mantienen una similitud antropólogica común, que es la base para el sustento de las teorias sobre la colonización aborigen del archipielago, estos: de raza blanca y origen bereber, desconocian la navegacion mayor (se tienen noticias de ciertas embarcaciones de madera de Drago), por lo tanto como un pueblo que desconocia la navegacion y habitaba una isla pudo llegar a estas. La respuesta, como todo lo que entraña el estudios de los aborígenes, compleja:

- Poblamiento de la islas consecuencia del desarollo comerical Feno-Púnico, que fundarían pequeñas colonias para la explotación del Garum y la Orchilla. Y posteriormente por Roma tambien para la actividad comercial.

- Deportación de poblaciones de origen bereber sublevadas contra el Imperio Romano, con el objeto de alejarlas de las áreas conflictivas, esta fué una practica común usada en la Roma Clásica para evitar los levantamientos contra esta.

- Llegada de tribus bereberes por sus propios medios, navegacion menor, a causa de la necesidad o exploración.

Estas son las tres teorías argumentadas a la hora de resolver la duda del poblamiento del archipiélago por parte de los pueblos aborígenes.

Vida y costumbres.

Los aborígenes canarios pertenecen a dos razas fundamentales , la cromañoide y la mediterránea, las características de la raza cromañoide es la cara ancha y robusta con un craneo alargado y estrecho, mientras que la principal caracteristica mediterranea es la cara alta y delicada y un craneo corto y ancho. De raza blanca, aunque en algunas islas eran mas morenos que en otras. Su fisionomia solía ser corpulenta, fuerte y eran bastantes agiles, algo obvio en una civilización paleolítica que vivía entre riscos y barrancos. Tenían una estatura media de 1,70 los hombres y 1,60 las mujeres, algo mas alta que la envergadura europea de la época, y su esperanza de vida eran apenas 30 años. Sobre su caracter se ha dicho mucho, siempre adornando la leyenda de este pueblo,de ellos se ha escrito que eran agiles, fuertes, nobles, valerosos, agerridos, de inusual belleza etc....
Bontier y Le verrier escribirían estas celebres palabras acerca de los aborígenes:

"Id por todo el mundo y no hallareis en ninguna parte personas mas hermosas ni gente mas gallarda que la de estas islas, tanto hombres como mujeres, ademas de ser de buen entendimiento, si hubiese quien los cultivase".

Historia de 7 islas, 7 pueblos

Por defecto se ha denominado Guanches a todos los pueblo aborígenes que habitaban las islas canarias a la llegada de los conquistadores castellanos, los guanches realmente solo eran el pueblo poblador de la isla de Tenerife y por estos se le ha dado el nombre al resto de los aborígenes que poblaron las islas Canarias. 7 son las islas canarias y 7 eran sus pueblos.

-Fuerteventura-Erbania*/Maxorata :Cuyos pobladores eran los Maxos.

-Gran Canaria-Tamaran: Cuyos pobladores eran los Canarii.

-El Hierro-Hero/Iherren : Cuyos pobladores eran los Bimbaches.

-Lanzarote-Titeroygatra :Cuyos pobladores eran los Maxos.

-La Gomera-Ghomerah : Cuyos pobladores eran los Gomeros.

-La Palma-Benahoare : Cuyos pobladores eran los Auritas.

-Tenerife-Achinet : Cuyos pobladores eran los Guanches.

*Algunos autores llaman a Fuerteventura Maxorata mientras que otros sostienen que el nombre es Erbania, maxorata era el nombre que se le dio al reino mayor y más occidental de los dos en que se dividía esta isla a la llegada de los conquistadores, y fueron estos los que refieriendose a las cuevas que habitaban sus moradores,"majo" o "mohod" ,s e derivó la toponimia majoreros y luego para nombrar a la isla, Majorata o Maxorata, invención culta para dar nombre a la tierra de los majoreros.
Y que Erbania o Herbania es el nombre que se le daba a la muralla que dividía los dos reinos de la isla



Los bereberes oamazighes son las poblaciones autóctonas del Norte de África. Habitan desde la más remota antigüedad una inmensa región que abarcaba desde el Egipto occidental hasta las Islas Canarias conocida como Berbería y en el idioma bereber ‘Tamazgha’, es decir, las tierras de los bereberes. Durante milenios, los amazighes sufrieron diversas conquistas y colonizaciones; fenicios, griegos, romanos, árabes, españoles y franceses no pudieron borrarlos del mapa. Con todo, hay que precisar que los bereberes no son, ni cultural ni étnicamente homogéneos. No existe por tanto una única etnia propiamente amazigh, sino un conjunto de pueblos autóctonos del Norte de África que comparten raíces, rasgos culturales y lingüísticos comunes.

La población indígena de las Islas Canarias eraamazigh, hecho conocido desde siempre y confirmado por la ciencia. Los estudios lingüísticos, etnográficos, históricos, arqueológicos y genéticos ya han resuelto esta cuestión. Tras la conquista de Canarias arriban nuevos pobladores europeos y africanos que se fusionaron con la población indígena, de este mestizaje surge el actual pueblo canario. A pesar de esto y la caída en desuso de la lengua bereber en las Islas, la canariedad actual no se entendería sin su rica pero tan ignorada raíz y herencia bereber.


De este grupo étnico, se sabe tan poco a pesar de ser de los más importantes de África, continente cuyo nombre podría tener su origen en el termino AFERKA, aumentativo de TAFERKA que en bereber significa 'campo, parcela de terreno o hacienda'. A este grupo, se lo han quitado todo; su historia ha sido escrita por los conquistadores tanto romanos, como árabes entre otros, su cultura ha sido siempre un objeto folclórico, o en los mejores casos mal etiquetada, a modo de ejemplo; la música norteafricana se clasifica como árabe a pesar de su notable raíz africana; Esta injusticia histórica va más allá, incluso con personajes históricos como San Agustín, Obispo de Hipona, nacido en Tegueste (al este de Argelia), es forzosamente romano en la historia, o Ibn Jaldun conocido en todo el mundo como el "árabe" que pasará a la historia por ser el primer que intentó escribir la historia basándose sobre fundamentos lógicos y científicos..., este ultimo escribió en el siglo XIV "Historia de los Berberes" obra no acabada, donde dejó muy claro y sin rencor a ninguna etnia que: "Los Berberes siempre han sido un pueblo poderoso, temible, valiente y numeroso; un verdadero pueblo como otros tantos en este mundo, igual como los árabes, los persas, los griegos y los romanos..." El termino "Bereber" es exógeno, de significación incierta y variable: para los griegos, los "Barbaroi" son unos bárbaros, mientras que los romanos siempre y de una manera racista llaman a los autóctonos "Berbers" o "Barbarus", y aquí tenemos que parar para preguntar ¿Por qué esta nominación se quedó pegada a este grupo y no a los otros muchos que los romanos tuvieron contacto con ellos? Podría ser porque los romanos y a pesar de su estancia en el Norte de África no pudieron gobernar a estos "Barbarus", como hicieron con otros, de manera que encontramos a historiadores romanos que describen a los Berberes como un pueblo ingobernable. Ahora con el renacimiento cultural y en su lucha para reivindicar sus derechos socioculturales, este pueblo (sobretodo los berberes no arabizados) optó la utilización del termino Amazigh (plural Imazighen) que significa hombre libre y rechaza el gentilicio de "bereber".

Orígenes

A los bereberes se les han atribuido muchos orígenes desde la más remota antigüedad. Los autores clásicos les adjudicaron diversos orígenes; oriental, cananeo, troyanos, tracios...Posteriormente desde las élites árabes se les supuso interesadamente un origen yemení a buena parte de los bereberes. Sin duda esto ayudó a lograr una mayor y rápida arabización de pueblosamazighes. En el siglo XIX y la conquista de Argelia por parte de los franceses, llega un nuevo interés por estas poblaciones norteafricanas de tipo mediterráneo, distintas de los árabes por su lengua y sus costumbres. El hallazgo de dólmenes prehistóricos -que en la época se suponían un origen celta- en el norte de África ayudó para que la arqueología gala relacionara el hecho con la supuesta presencia de celtas en la antigüedad norteafricana, algo que les pareció corroborado por la existencia de numerosos bereberes rubios y de ojos claros entre las poblaciones en los macizos montañosos del norte del Magreb (Rif, Cabilia). Estas teorías pretendieron ser una justificación para la conquista de Argelia por parte de Francia, es decir, por los descendientes de esos mismos celtas. Fenómeno que también tuvo lugar, curiosamente, en las Islas Canarias al clasificar al indígena canario como 'cromagnon' y por tanto vinculado a los orígenes de la población francesa. En el siglo XX comenzaron los estudios y la investigación prehistórica y antropológica de la cuestión del origen de los bereberes con suficiente rigor científico. Los bereberes parecen estar presentes desde la más remota antigüedad en el país donde los encontramos actualmente. En esa época eran conocidos bajo el nombre de númidas, mauros, gétulos y, más globalmente libios. Los bereberes constituyen la población autóctona del Norte de África.


ORÍGENES ANTROPOLÓGICOS. Mechtoide y Mediterraneo.



Al parecer, de los Homo Sapiens del Magreb, dos tipos humanos contribuyeron a la formación del grupo bereber. El más antiguo desciende a su vez de un tipo más arcaico, denominado "ateriense". De éste descienden el hombre de Mechta el-Arbi, también llamado Mechta-Afalu (Mechtoide). Se trata de un hombre con características similares con el Cro-Magnon de Europa. Las primeras teorías establecían que el Mechta el-Arbi tenía un orígen oriental (Homo sapiens de Palestina) o le encontraban un orígen europeo (hombre de Cro-Magnon), sin embargo los antropólogos tienden a abandonar estas teorías debido a los nuevos hallazgos, que les otorgan una filiación in situ, continua desde el Paleolítico medio (hombre de yébel irhud) pasando por el hombre ateriense (Dar al-Sultán). El tipo Mechta el-Arbi desaparecerá poco a poco frente a otros tipos de hombre, pero su desaparición nunca será completa. Entre la población continental actual sólo un 3% de los sujetos conserva caracteres mechtoides. Sin embargo entre la población isleña este porcentaje es mayor.





Paulatinamente las poblaciones mechtoides, a partir del octavo milenio, van siendo sustituidas o absorbidas por migraciones humanas de tipo protomediterranea, que tienen su origen en su mayoría en Oriente medio. Eran portadores de la cultura Capsiense, y no se distinguen demasiado de las poblaciones mediterráneas actuales. Los capsienses, como sus descendientes, tienen una marcada propensión hacia la decoración geométrica, algo que aún observamos en la cerámica, artesanía, tatuajes de las mujeres bereberes...etc. Existen además contactos culturales con distintas regiones del sur de Europa, -Sur de la Italia y de la Península ibérica-, y probablemente intercambios demográficos entre ambas orillas. Estas poblaciones protomediterráneas en una gran mayoría eran casi idénticas a las del sur de Italia y Península Ibérica. Lingüísticamente la lengua amazighe también se relaciona con las lenguas de origen oriental -camito-semita-, presentando grandes semejanzas con la antigua lengua egipcia, y más lejanamente con el hebreo y el árabe.


Antigüedad


Estas poblaciones paleobereberes recibieron importantes contingentes poblacionales del tipo sahariano, un tipo negroide, alto y grácil,que con la desertización del Sáhara fueron emigrando paulatinamente a las costas norteafricanas y mezclándose con las poblaciones mediterráneas. La posterior presencia de fenicios en la costa del Norte de África influirían más 
bien culturalmente a las poblaciones paleobereberes. Prueba de ello es la constitución del imperio cartaginés, surgido tras la decadencia de las ciudades fenicias y que floreció en las costas del norte de África, y donde se desarrolló en su seno la cultura púnica, donde numerosos pueblos paleobereberes fueron 
influidos por las cultura fenicia. Parece que estos echos tuvieron además vinculación con la colonización humana de el Archipiélago Canario con poblaciones bereberes llevadas por los navegantes fenicios, y posteriormente por romanos a principios de la era cristiana, donde el Rey bereber sumiso a Roma, Juba II, envió una expedición. Estas poblaciones enviadas al Archipiélago al parecer tenían una importante presencia de individuos con caracteres mechotides, de ahí el interés de numerosos antropólogos europeos del siglo XIX que lo relacionaron con el hombre Cro-Magnon. Tras la toma de Cartago por los romanos, la costa del Norte de África paso a manos romanas, sin embargo la resistencia de las tribus paleobereberes fué constante, y nunca se pudo dominar la totalidad del territorio por el Imperio Romano. Esta vez muchos bereberes fueron influenciados en las ciudades costeras por la cultura romana, adoptando muchos el latín, el cristianismo, aportando figuras tan señeras en la cultura cristiana como San Agustín. Sin embargo la inmensa mayoría de los bereberes, agricultores y ganaderos de las montañas y del desierto, permanecieron rebeldes o alejados de dicha influencia cultural.
Sólo la llegada de los árabes a partir del siglo VII influyó decisivamente en la historia de los pueblos bereberes. El Islam acabó imponiéndose -no sin dificultades-a la inmensa mayoría de los pueblos bereberes, la lengua árabe se difundió posteriormente y fue adapoptada paulatinamente por la mayoría de los bereberes. Además grupos de árabes se instalaron en el Norte de África facilitando la arabización. A lo largo del siglo XIV se llevó acabo la conquista de Canarias por parte de mercenarios europeos al servicio de la corona castellana, la cristianización de los canarios fue absoluta, y tenemos noticias de la lengua amazighe en Canarias hasta el siglo XVII. La llegada de colonos europeos y su fusión con parte de la población indígenaamazighe facilitó la imposición del castellano y el grave deterioro de gran parte de la culturaamazighe insular, los rasgos culturales que no desaparecieron, sufrieron un gran retroceso y fuertes sincretismos, quedando relegadas las pervivencias culturales amazighes a entornos rurales, fundamentalmente ganaderos.




En la actualidad los pueblos amazighespresentan una gran diversidad étnica y cultural, con una lengua, raíces e historia comunes, pero a la vez con sus particularidades. Desde un rubio cabilio que habla el dialecto taqbaylit y francés, agricultor de las montañas, un moreno con el pelo rizadísimo del sur del Atlas, que habla el dialecto tacelhit, un rubio canario que habla castellano y está mezclado con europeos y aún así conserva en un amplio legado cultural de origen amazighe, un negro tuareg de origen subasahariano que habla el dialectotamaceq, hasta un rifeño occidental mezclado con árabes que habla árabe y español conservando restos de la cultura y lengua de sus antepasados. Todos diferentes, pero con algo en común, nuestras raíces, nuestra amazighidad, en unos casos más o menos deteriorada.

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