martes, 24 de noviembre de 2015

Leyendas de nuestra tierra.

Tifawin

Chinguarime es un hermoso valle abierto en forma de “V” que desemboca en una playa de aguas mansas. Ahí vivió Chinguarime, un monarca que gobernó aquel territorio y de ahí le viene el nombre al lugar y a la cueva donde vivió. Hubo quien aseguraba que provenía de Chinet, mientras otros afirmaban que era natural de La Gomera, que vivía de forma ermitaña y al que se acudía para pedir consejo como adivino.
El nombre de Chinguarime tiene similitud con el nombre del Archimencey Chinguaro, hermano de Bencomo, rey de Taoro.
Cierto día llegó a la isla un inglés refinado que tenía como destino Playa de Santiago. Presumía de ser antropólogo y empezó a sobornar a los lugareños para que lo condujeran hacia algún yacimiento aborigen. Esa misma noche se le acercó un joven de Tejiade diciéndole: “Yo conozco un lugar secreto, lleno de instrumentos, utensilios y restos prehispánicos, le llaman la Cueva de Chinguarime”.
Al día siguiente se pusieron en camino hacia la cueva, en donde nadie había estado antes pues se decía que era custodiada por los espíritus de los muertos. El inglés desestimó tales supersticiones tomándoselo a risa. AI llegar al lado del camino, el joven gomero decidió esperar al foráneo; el británico empieza la subida de la cueva, pero al llegar a la entrada resbala y empieza a rodar, desnucándose. Pero lo más curioso ocurrió cuando unos arqueólogos fueron en busca de fama a costa de la cueva, y ésta se les vino abajo sepultando todos sus secretos, y es que Chinguarime significa “risco alto, donde moran los espíritus”.

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