sábado, 16 de enero de 2016

El respeto y admiración hacia la mujer.


La Diosa Chaxiraxi

Firmamento con la estrella Canopo en el centro

Uno de los mayores misterios y enigmas de los guanches es, sin duda, la posesión y adoración de una imagen cristiana mucho antes de que la Conquista fuera realizada. Esta imagen apareció entre 1390 y 1400 en las playas de Chimisay (Tymsay, ‘Súplicas’), en el menceyato de Güimar (Wemmar, ‘El Paso’). Era una talla en madera que representaba a una Virgen. Según la crónica de fray Alonso de Espinosa (1594), la figura aparece a unos 40 metros de la orilla. Este hecho lleva a pensar que fue abandonada por un barco que había recalado en la Isla. El motivo es algo sobre lo que se ha especulado mucho. Algunas teorías hablan de un abandono intencionado con el fin de preparar el terreno para la Conquista. De todas formas su culto se extendió a toda la Isla, debido sin duda a la identificación de la imagen con un ser supremo ya existente en el panteón religioso guanche.

Los cronistas recogen varias voces para su denominación:

[...] y adoraban â Díos, â quien llamaban Guaraxíraxí. y â Santa Maria despues que les aparecío la llamaban Chaxíraxí. [...] Y Chaxíraxí, quiere decír, la que carga al que tíene al mundo [Abreu (ca. 1590, III, 13) 1977: 300-301].

Sabido ésto por los moradores de las dichas Islas, la comenzaron a tener en grandísima veneración [a la Virgen de Candelaria], llamándola ‘Madre del Sol’ (González de Mendoza 1585).

Espinosa (1594: 42v) registra la expresión «Achmayex, guayaxerax, achoron achaman» o «La madre del sustentador del cielo y tierra» para referirse a ella.

Antonio Cubillo (1985) sostiene una curiosa teoría que relaciona el culto a la Virgen con ritos actuales de los tuareg continentales. Dicha teoría es confirmada por el profesor José Barrios García (1996, 1997) en su tesis doctoral, donde relaciona la adoración a la Virgen de Candelaria con un culto relacionado con la estrella Canopo, estrella que sirve como una referencia para la organización de su calendario estelar. Este profesor señala que existen fuentes bien documentadas sobre la importancia de «la estrella del Sur» en el eje cosmológico de la cultura bereber continental, señalando la creencia de que Canopo es la estrella principal del cielo, la más antigua, la madre de todas las estrellas.

La imagen se alojó en una cueva del barranco de Chinguaro (Ti-n-gwar, ‘(lugar) de residencia o reunión’), para luego ser trasladada a la cueva de Achbinico, actual cueva de San Blas. Espinosa (1594) menciona la existencia de una orden religiosa encargada de su cuidado y culto, además de la existencia bajo la protección de la diosa de un rebaño sagrado compuesto de más de seiscientas cabras, donadas por cada menceyato de la Isla. Hay también evidencias documentales de la celebración de fiestas de redistribución alrededor del panteón de la Virgen, fiestas que se celebraban por la luna de agosto o Beñesmer, donde los guanches hacían competencias de habilidad y fuerza y donde los menceyes de la Isla acordaban una tregua en sus disputas para compartir la carne del ganado sagrado.

Barranco de Chinguaro

La imagen desapareció tras la Conquista, en el año 1826, cuando un temporal de viento y lluvia la sumergió en el mar. No obstante, quedaron copias de la misma que nos permiten hacernos una idea de su aspecto original, siendo el mayor y mejor facsímil el que perteneció a los Condes de la Gomera, y se conserva hoy en la villa de Adeje.

Virgen de Candelaria, la “no-tan-Morena”

La talla original media aproximadamente un metro de altura. Su posición era de pie, con la cabeza recta y mirando al frente. En su brazo derecho portaba a Jesús desnudo, con una paloma en las manos. Sostenía con la mano izquierda un trozo de vela verde, que servía de soporte para otra vela natural, siendo este detalle el que le da el nombre de Virgen de Candelaria (de la candela). Su cabeza estaba desnuda de paños, teniendo un pelo rubio que caía suelto sobre sus hombros. Respecto al color de su piel, un estudio del présbitero José Rodríguez Moure nos revela:

El color carne en las partes de los rostros y manos estaba obscurecido y aparecía muy moreno, explicábase que era, á más de por la acción del tiempo, por el humo de las teas resinosas con la que los guanches se alumbran

La demagogia. De ese estado ficticio llamado españa

En un  capítulo, más de esta sociedad en decadencia, somos espectadores de la demagogia, cualquiera, yo me incluyó en algún momento hemos, caído en la demagogia.

La demagogia es una cosa tan sencilla que, con los argumentos que uno ofrece, no se sostiene, ni se basan en la remota posibilidad de sostenerse.

No se puede calificar por vestimenta, look o a la vista lo que una persona puede ofrecer.

Normalmente, los que van con un look determinado, una apariencia determinada en muchos casos la mayoría, somos l@s que cuidamos de tus negocios, te servimos tus comidas, limpiamos tú mierda, contamos y cuadrados tus dineros y en un porcentaje bastante alto no te falta de nada.

Ni por ir con un pelo, a lo rastafarismo, ni por llevar un tatuaje o mil eres menos, que tú, que con tú traje de corte italiano impoluto, con tu look fasión, de peluquería y estética es menos legal que tú.

Tú sin embargo te has aprovechado de tus semejantes, esclavizándolos, por un mísero sueldo, para que tus intereses estén a buen recaudó, tú le has amargado la vida al pequeño comerciante, al cual con impuestos, los has llevado a la extenuación y al aburrimiento. Tú eres quien trapichando en lo legal y porque no decirlo en lo ilegal, a es@s que curiosamente los tienes esclavizados, les robas dos veces, primera porque con las condiciones laborales, no les dejas ni un respiro y segundo con los impuestos que les cobras, más de una vez del heraldo público, te lo has llevado crudo.

Las actitudes y formas resulta ser que en esas clases a las cuales tú, llamas inferior, hay gente más honrada, legal e incorruptibles que en tú clase.

Sabes lo que pasa, que esta clase de aquí debajo todavía, no es consciente de que si quisiera, desaparecerías del mapa.

En cuanto algún que otro comentario de los que, observé en el día el más curioso es el de una diputada que la cogieron cagando, con el Candy, la reina Isabel la católica decía que se bañaba una vez al mes, como diría mi padre " la grasita " de la muy noble y gedionda majestad.

En fin, la demagogia, en estos últimos meses en lo, que es una parte de la clase política, ya tanto a nivel local,regional, como en eso que llaman, el estado ficticio español, es lo que enarbolan por bandera.

Es@ que va de rastafarismo, o el o la que va tatuad@ es más permisiv@ que tú, admite más que tú y curiosamente, respeta más que tú.

Historias sueltas

Nos vamos hoy Arehucas en el lenguaje de nuestros antiguos. Arucas en la fusión del idioma español y el de nuestros antepasados.
Esperamos que les guste.
Antiguo reino de Arehucas -Lugar en que se hallaba- Usos y costumbres de sus habitantes. Hazañas de Adargoma en el barranco de Tenoya- Primeras incursiones y derrotas de los españoles, en Bañaderos.
Una vez terminada la conquista de Gran Canaria, comenzaron a vivir juntos los nativos [indígenas] y los españoles. Entre éstos no faltaron personas curiosas que se dedicaron a escribir las tradiciones y costumbres de aquellos a los que acababan de dominar; y gracias a estas anotaciones, sabemos algo de lo que fue nuestra patria [chica] en lejanas edades.
Según dichas crónicas, Arucas existía en el siglo XIV, por lo menos; y constituía con sus alrededores, uno de los diez [pequeños] reinos en que nuestra isla se hallaba dividida.
Llamábase Arehucas(1), palabra de designación desconocida, poblada por la raza aborigen, resumen de diversas tribus que vinieron, en su mayor parte, del África Occidental, sin que sepamos cuando; siendo su idioma el xilaj, modificado en el transcurso de los tiempos y mezclado con algunos vocablos árabes.
El caserío de Arehucas estaba diseminado en lo que hoy llamamos Hoya de San Juan y Cardones, e inmediato al barranco que cruzando las vegas de esa zona, discurre por aquellos contornos. A comenzar el siglo XV apareció en estas serranías una hermosa mujer, diplomática y ambiciosa, que con su talento subyugó a sus paisanos. Llamábase Andamana, que casó con Gumidafe lo, prestigioso militar indígena; y tal arte se dieron con astucia, guerra y amenazas, que terminaron por hacerse dueños de toda la isla, estableciéndose en Gáldar, después de algunas vicisitudes. Desde entonces el antiguo reino de Arehucas pasó a ser un cantón o provincia del nuevo reino de Gáldar. Muertos Andamana y Gumidafe sucedióles en el gobierno su hijo Artemi, segundo rey de Gáldar y, por lo tanto, soberano de Arehucas. Se hizo muy célebre defendiendo la isla contra españoles y normandos en las inmediaciones de Melenara, muriendo en las cercanías de Arguineguín el año 1405 . De dicho rey quedaron dos hijos, ambos apellidados Guad Artemi, es decir, hijo de Artemi: Benteguayre y Fagorer Semidán, que se repartieron el reino de sus mayores. El primero, Benteguayre, residió en Telde, falleciendo antes de terminada la Conquista. El segundo, Fagorer Semidán, continuó establecido en Gáldar, sobresaliendo por su carácter bondadoso y humanitario. A los dos reinos servíanle de linderos los barrancos de Guiniguada y Arguineguín, cuyos nacimientos están muy próximos, en el centro de la isla, quedando, por lo mismo, incluído en la jurisdicción de Gáldar el departamento de Arehucas, habiendo en él como un poblado importante un consejo, con un faycán, especie de gobernador que administraba justicia en nombre de su rey, y congregaba las tropas en caso necesario, a toque de bocina. Entre tanto iban en aumento los vecindarios aledaños. Formóse el naciente caserío de Atenoja (hoy Tenoya). En el barranco de este nombre, pero cercano a la cumbre, hallamos ya a Aterura (Teror) y Afurgad (Firgas) hacia el poniente junto a un arroyuelo caudaloso.
No faltaban habitáculos en la costa de Layraga. Estos vecindarios, formados por cuevas naturales o ahuecadas artificialmente, estaban unidos por zigzagueantes vericuetos. En Arehucas abundaban las construcciones de piedra <>,planta circular (goros), anchas paredes y techos de ramas cubiertas con arcilla amasada con paja de cebada, sobre la que se colocaban grandes y delgadas <>, a manera de tejado. El paisaje era hermoso, pues además de higueras y palmeras, había huertos de cebada que se regaban con rudimentarias acequias. En las lomas y peñas inmediatas veíase mucho boscaje de leña-buena, tarahales y demás árboles indígenas, a cuya sombra pastaban las cabras y los cerdos. Daba vida a la comarca el escaso caudal del barranco de las Vegas, lugar cubierto en parte por una laguna, próxima al lugar hoy denominado Barreto, guarnecida de amenos bosquecillos de tiles, acebiños, palmeras, barbuzanos, mocanes, etc., entrelazados por jibalberas y demás plantas trepadoras. Selva vírgen, la mejor del archipiélago, y la más extensa, que llegaba hasta las inmediaciones de la actual ciudad de Guía, comprendiendo desde El Trapiche (Arucas) y Costa de Layraga, hasta las cercanías de Valleseco y Fontanales. Había también lagunas pequeñas en las llanadas de San Andrés, Bañaderos, Cruz de Pineda y base noroeste de la que hoy es denominada Montaña de Arucas. Estaba dedicada a cementerio la parte septentrional de dicha montaña; aunque en ocasiones utilizaban las cuevas de este lugar para suicidarse en ellas los canarios que así lo deseaban, tapiando las entradas y quedándose en el interior. Los trajes, costumbres y leyes de los aruquenses eran los mismos de todos los canarios. Merece recordación especial el hecho de que, cuando el Guad Artemi (o Guanarteme) venía de Gáldar a pasar una temporada en el bello palmar de Tamaraceite, ya cerca de Arehucas, salían las gentes a recibirle, besaban sus vestiduras de cuero y le limpiaban los pies. Era mirada como noble la familia en cuya morada se dignara pasar la noche el regio personaje. La luchada fue uno de los ejercicios en que más se lucían los antiguos canarios. Célebre fue la que trabaron junto al barranco de Tenoya un gigante de Gáldar llamado Adargoma y un consejero del rey de Telde, por el derecho de unos pastos. Adargoma era de más pujanza; el de Telde, más hábil y diestro. En una de tantas vueltas y revueltas, el teldense cayó debajo de su contrincante. Entonces abrazóle Adargoma tan violentamente que las costillas se le doblaban por momentos. Sintiese fenecer el de Telde, pidióle éste perdón. Adargoma se lo concedió en el acto. Repartiénronse luego los pastos fraternalmente, aunque el trato había sido que éstos pertenecieran al vencedor. También son dignas de mención las rogativas que se hacían en tiempos de calamidades, principalmente en años de sequía. Reunidos por el Faycán, iban tristes, devotos y cabizbajos, exclamando: ¡ Almene Corán! ( Válgame Dios), hacia un monte para ellos sagrado que llamaban Tirma, no lejos de Gáldar. Allí derramaban cántaros de leche a modo de sacrificio, repitiendo sus oraciones; y volvían al poblado de Arehucas, llenos de esperanza en que Tigotas, ( los cielos ) habrían de enviarles el remedio apetecido . Este pacífico vivir de nuestros aborígenes tenía de cuando en cuando sensibles interrupciones. Años antes de que Castilla conquistase Gran Canaria, solían venir a las islas algunos barquichuelos dispuestos a pillar en nuestras costas lo que pudieran. En una ocasión Diego de Herrera, señor de Lanzarote, regresando de la isla del Hierro, sintió que la brisa empujaba sus goletas en dirección al Bañadero, y no quiso desperdiciar la oportunidad. Saltaron a tierra varios de los suyos, prepararon una emboscada, y a eso del amanecer vieron llegar por aquellas inmediaciones un grupo de isleñas en actitud de bañarse. Los de Herrera salieron entonces de su escondite, las hicieron prisioneras y las llevaron a Lanzarote, siendo una de ellas la princesa Tenesoya, sobrina del Guanarteme de Gáldar. Viendo los canarios semejante desafuero, prepararon también sus emboscadas a los piratas de Herrera.
Llegaron otro día al Bañadero los tales barquitos y velozmente unos indígenas se situaron en las inmediaciones dejándose ver como descuidados.Se aproximaron los castellanos para cautivarlos, huyeron los canarios hacia el monte, siguen aquellos tierra adentro, sale un enjambre de indígenas de donde nadie lo esperaba y vencen en la refrigera de tal modo que muy pocos españoles tuvieron la suerte de alcanzar las naves y alejarse a todo trapo de dichas inmediaciones .
Prudentes los isleños, se dispusieron a rechazar nuevos ataques; y para hacerlo mejor, determinaron cambiar de estratagema. Cazaron a este fin cierto número de cuervos y gaviotas, les sacaron los ojos y los domesticaron. Cuando luego atisbaron en el horizonte las sospechosas naves, dejaron esos pajarracos sobre unas tapias levantadas al efecto muy cerca del mar y se escondieron con las intenciones que son de suponer. Los dueños de Lanzarote, al ver desde a bordo las aves tranquilamente posadas en aquellas casuchas, creyeron que los aborígenes se habían retirado al interior; así es que atracaron muy contentos y empezaron a reunir ganado para llevárselo. En esto se oyó unos silbos muy significativos, salieron de sus escondites los canarios y fue tal el descalabro que causaron a los invasores, que muy pocos de éstos, nadando, pudieron alcanzar las fondeadas navecillas.
Hacia el año 1460, el portugués Diego de Silva, yerno de Diego de Herrera, se dirigió al Norte de Gran Canaria en son de aventuras, a cuyo fin dividió su escuadra para simultáneamente desembarcar en las calas del Bañadero ( Arucas ) y Sardina ( inmediata a Gáldar ). Imprudentes y desconocedores del terreno, tanto él como sus militares, llegaron al extremo de verse acorralados en un gran cerco de piedras, donde los insulares ajusticiaban a sus reos. Salieron de allí con vida gracias a la bondad caballeresca del Guad Artemi Fagorer, quien imponiéndose a sus vasallos, condujo al portugués y a los suyos por una áspera vertiente que hoy se llama Cuesta de Silva, hasta el lugar en que habían de embarcarse; entregando primero Silva a Fagorer, en señal de gratitud una espada sobredorada, y otros regalos a los demás vencidos . ¡ No volvieron más a las costas de Arehucas los Señores de Lanzarote…!

jueves, 14 de enero de 2016

El gran Doctor.

En 1892 creó el primer laboratorio de análisis de Canarias

Hombre de una profunda cultura que protagonizó, en una isla perdida en el Atlántico, el mundo de las humanidades y de la ciencia, Elías Santos Abreu tuvo tiempo, además, para aportar su contribución musical en la composición de partituras para danzas y loas en honor de la Virgen de las Nieves y para la Patrona de su municipio natal, Nuestra Señora de los Remedios. Esto y mucho más fue nuestro científico y hombre de artes y letras. Por acuerdo plenario de 9 de junio de 1970, el Cabildo Insular de La Palma, aprobó la creación del Aula de Cultura Elías Santos Abreu en homenaje y perpetuo recuerdo (lamentablemente, este merecido reconocimiento, sin que nadie haya puesto interés ni remedio, se ha olvidado totalmente). Hoy nos ocupa un fármaco o medicamen­to, la penicilina, que pudo haber cambiado, de la mano de un palmero, la historia de la humanidad antes que Alexander Fleming lo descubriera.

Elías Santos Abreu nació en 1856 en Los Llanos de Aridane y murió en Santa Cruz de La Palma en 1937. Desde edad bien temprana, mostró interés por la música: con sólo 11 años, en 1867, y hasta al menos 1874, fue componente de la Banda de Música La Filarmónica, hoy Banda Municipal de Música de Los Llanos de Aridane. La cultura y la educación ocupaba parte de su vida y lo encontramos, por ejemplo, en 1871, como profesor titular de la escuela nocturna de adultos de la sociedad cultural y recreativa El Siglo de Los Llanos de Aridane, o en 1873 como secretario de la misma. Fue, junto al lanzaroteño Blas Cabrera Felipe, también de ascendencia palmera, una de las personalidades científi­cas más importantes del primer tercio del siglo xx en Canarias.

Desde su ciudad natal se trasladó a La Laguna (Tenerife) para cursar estudios de bachillerato y de aquí a Sevilla, donde se licenció en medicina y cirugía, establecién­dose como médico en Santa Cruz de La Palma. Santos Abreu prefirió vivir en su tierra y ejercer la medicina domiciliaria antes que alejarse de sus gentes, como bien pudo hacer, pues no le faltaron las ofertas. En 1898 lo encontramos participando en una operación quirúrgica con la cual se daba un salto importante en la historia médica de La Palma y, según algunos, de Canarias. El periódico palmero El País, en su edición de 3 de agosto de 1898, notifica: "La primera operación de ovariotomía hecha en la isla se practicó en la villa de Los Llanos el 29 del pasado julio, por el médico titular de la misma Sr. Kábana Valcárcel, auxiliado por sus compañeros Srs. Santos Abreu, Pérez Capote y Capote Sáseta".

Su afán investigador le llevó al estudio de los insectos y las plantas con herbarios de La Palma y La Gomera. Por su trabajo Ensayo de una monografía de los Tendipédidos de las Islas Canarias obtuvo el premio Agell de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona en 1916. A partir de aquí comienza a ser conocido internacio­nal­men­te como entomólogo y continúa con sus trabajos y publica­cio­nes. Después de tantos años del fallecimiento de Santos Abreu, sus trabajos científicos perduran y su familia sigue recibiendo correspon­dencia interna­cio­nal solicitando información sobre algún aspecto concreto (lamenta­blemente, se trata en muchos casos de investigaciones inéditas y falta aún una catalogación y divulgación adecuadas a estos nuevos tiempos).

En 1892 organizó un pequeño laboratorio de análisis, el primero que se conoció en Canarias y uno de los primeros de España, destinado a estudios bacterio­lógi­cos y clínicos. En el archivo de sus investigaciones, figura el examen de cinco muestras de queso con hongos en los que encuentra el Penici­llium, hallazgo este anterior al que casualmente diese la fama a Fleming en septiembre de 1928. La lejanía respecto de los grandes centros de investigación y la falta de un adecuado equipo privó a la humanidad de los benefi­cios de la penicilina, descubierta por nuestro médico a finales del siglo xix. La penicilina palmera no pudo ser. De nuevo, La Palma entró en la leyenda y la nostalgia de lo que pudo ser y no fue. La Isla pagaría una vez más el tributo de la lejanía y de la incomunicación con los primeros centros científicos mundiales.

Mientras realizaba estudios bacteriológicos acerca de las infecciones en heridas, el médico británico Alexander Fleming (1881-1955) se topó de manera fortuita con los efectos de la penicilina. Por este extraordinario descubrimiento, base científica para la conquista terapéutica de los antibióticos, le fue concedido el premio Nobel de medicina y fisiología en 1945.
Aunque Fleming descubriera este mágico fármaco en 1928, en La Palma de los años ‘40 del siglo xx, no todas las farmacias contaban con este medicamento. Siendo aún mi madre novia de mi padre, cayó enferma de una fuerte bronquitis que por esos años era causa grave de muerte. Después de infructuosas gestiones, el joven Tomás Hernández Rodríguez se enteró que la farmacia de San Andrés y Sauces era la única de la Isla que "se despachaba" el remedio. Desde Tazacorte se trasladó al municipio norteño, por unas carreteras difíciles, en un trayecto de cerca de 100 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, a buscar el medica­men­to que le salvó la vida a su novia. Por esos años, la única farmacia de San Andrés y Sauces era regentada por Crispiniano de Paz González.

Estas y muchas más anécdotas se podrían contar de la implantación de la penicilina en La Palma que aportan una mínima idea de la importancia de este fármaco y su uso. Hoy en día, los nostálgicos dejamos volar libremente la mente y sólo nos consuela relatar, una y mil veces, que el aridanense Elías Santos Abreu tuvo en sus manos la fórmula que le pudo llevar al descubrimiento mundial de este remedio milagroso que llegaría a revolucionar la medicina universal de todos los tiempos.

Esta sustancia antibiótica, que se extrae de los cultivos del moho Penicillium notatum, se emplea para combatir las enfermeda­des causadas por microorganismos conocidos popularmente como infecciones. Del descubrimiento de A. Fleming se beneficia­ron millones de combatientes en la Segunda Guerra Mundial, pero la historia universal sería otra si Santos Abreu se le hubiera adelantado y la penicilina palmera se hubiese aplicado en benefi­cio de los millones de soldados fallecidos en la primera Gran Guerra y de millones de enfermos que sufrieron tantos padecimientos. La leyenda y la ciencia, de la mano de Elías Santos Abreu, se convirtieron en una realidad que pudo haber sido otra, pero su nombre y su labor siguen evocando, entre los palmeros, las más altas cotas de admiración, respeto y agradecimiento.

 

viernes, 8 de enero de 2016

Cansado.

Cansado de tanta amenaza, casado de tanta extorsión sentimental.

Cansado de tanto  abuso de poder, cansado de que las leyes priven de ciertos privilegios, por cuestiones burocráticas cuando son sentimientos.

Cansado de tanta injusticia en este mundo tan desmadrado, cansado de predicar una idea y la mayoría de la gente se le olvida el ayer.
Cansado de ver como algun@s vuelcan sus frustraciones sobre uno y uno  a su vez las vuelca sobre
sobre otros en un claro inconsciente, de defensa o venganza incluso quizás rabia contenida.

Cansado de huir siempre hacia delante, cuando debería mirar y enfrentar el problema de frente, cara a cara.

Cansado de que los pilares básicos de  la sociedad, la gente no observa o no se quiere dar cuenta, que este modelo nos lleva a un estado borreguil, sobre una esclavitud moderna.

Cansado de oír crear riqueza ¿ pero para quien ? ¿ para unos pocos? en detrimento de la mayoría.  No es de justicia.

Cansado de esa memoria volátil que se alberga en nuestras cabezas.
 
Cansado de repetir que esto es un ciclo más, que es cíclico, que en 10 o 15 años volverá por sus fueros, quizás incluso, más agresivamente que hoy . 

domingo, 3 de enero de 2016

Y llegó el día

Y llegó el día .

El día que se cerraron las, puertas del pasado un pasado, no todo lo bueno, que uno quería, también es cierto que la felicidad y el dolor se miden por momentos puntuales.

En dos décadas, con apoyos con un compadreo, con complicidad y porque no con vicisitudes, con caídas en picado, con vuelos estables, con llanuras de alegrías y vacíos de tristezas.

Hoy se cierran, puertas y el típico tópico de que se abren ventanas. O no pero la vida es como en un principio, cuando somos niños, sin la curiosidad de obtener un logró de subir una pared, mientras no la subas, no sabrás, si la puedes rebasar o no.

La vida es una montaña rusa, donde subes muy lentamente y bajas en picado, haciendo que la adrenalina del vivir, llegue a sus máximos exponentes.

No se tiene que, ver la pérdida, se tiene que ver la experiencia de lo vivido, si en un balance, es positivo o negativo.

Cada uno tiene, su propia  báscula, cada uno da importancia, a los detalles, pues para lo que algunos les parecen ínfimos a otros les parece, el máximo esplendor.

Sólo sacar notas de un acto de constricción, que simplemente son dos décadas de vida.