En el tiempo la evolución humana es, cuando menos curiosa. Antes cuando tenías una ilusión, se acercaba un día determinado donde tus mayores te habían prometido algo, que por diferentes circunstancias, no se pudo cumplir, lloraba y al final dormía.
Hoy cuando los vuelcos al corazón, son tantos que ya las cicatrices te han hecho casi insensible de aquellos lloros, pues son tantas las heridas que es arañazos lo que ves.
Curiosamente, aunque no monte una escena, a veces pienso que la impotencia, se tomaba esa vía de escape y los nervios de no ver las promesas cumplidas, esa era la vía de escape.
Hoy el raciocinio de la edad, me hace comprender, los diferentes escenarios, las diferentes situaciones, la adversidad de diferentes terrenos, me hacen entender, pero mis sentimientos que siguen siendo como cuando niño, de impotencia muchas veces, me hace el efecto contrario. La inconformidad no me hace dormir, me despierto y duermo muy poco.
Me doy cuenta que no soy nada importante, para nadie, me doy cuenta de que lo que yo soy capaz de hacer, otros no lo hacen y con falsas promesas, banal importancia, juegan conmigo una y otra vez. A veces me pregunto ¿ porque seguiré vivo ? No lo sé. Sinceramente no lo sé. Pero que con las falsas esperanzas e ilusiones me llevan hacia la locura, es realmente cierto, pues quien te hace daño es quien te importa de verdad, por quién tu estarías en algunos casos a entregar tu vida. Pero como es mi vida, nunca fui correspondido. Aceptaré esta situación pues, veo que nada es extraño que suceda, lo extraño sería que sucediera lo que yo espero.
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