jueves, 16 de noviembre de 2017

Porque sí.

Porque sí, me enamoré de la gente. Esa gente que está alrededor de mi vida, que desde la distancia, te acarician sin sentir el tacto de su piel.
Pero es tan fuerte el aliento, es tan fuerte el sentimiento, es tan fuerte el latido que llega aquí, donde me halló en este momento.

Quizás es porque uno, también se ofrece y escucha o cuenta confidencias que, saben que de ahí no saldrán. Miradas cuando estamos de frente, expresiones tal y como nos contamos por teléfono o vía virtual.
Ese calor llega y llena. Es palpable y crea satisfacción. Sabe uno que es recíproco. El decir " vente y aquí tienes tu casa" o me " debes unos rones " esa candidez del alma. Nota uno el calor, el aprecio, sin necesidad de aparentar, ni interpretar nada, aceptando a las personas, tal como son, con la transparencia de las personas que no tienen, nada que ocultar.

Que bonita sensación, quizás en no el mejor momento de tu vida, alguien aparece y te ofrece su mano. Te mira de frente, te habla y deposita su confianza en tí. Tu al ver la candidez de la persona, decides como un gato escaldado, de tantos palos en la vida, dar tu parte de abrir un poco la puerta. Y decir ¿ Porque no ? ¡ No puedes cerrarte en banda y negar esa cándida mano que te ofrecen.

Varias palabras me ofendieron, el menosprecio a su misma persona, pero yo no menosprecio a nadie, ni físicamente, ni psíquicamente, a otros les parecerá inferiores, a mi no. Cada persona con gestos sabe uno cuando recorre el arduo camino de la vida, como a lo largo de los años intuyen como son, advierte uno aunque sea en la distancia, la falta de un abrazo, la falta de un beso, la falta de un juego, la falta de la atención, que al final es lo que buscamos cada uno.

Si esa comprensión, sin juzgar, ni ningún reproche, solo escuchar y prestar atención. Será que pase situaciones en alguna casa, llena de gente, mantuve una absoluta soledad, entiendo la falta de esa calidez de la atención.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Los Robles más fuertes

                             
                                     Dedicado a dos personas maravillosas.


Dicen que la cara es el espejo del alma.
No estoy muy de acuerdo, conozco gente con " cruces " de caminos, bastantes peliagudos que, soportan y admiten sus cometido porque lo han elegido así, teniendo un mérito de incalculable valor qué pasan desapercibidos, para la mayoría de la gente, pero no para sus más íntimos.
Con una alegría, con un desparpajo que muchos infelices ya quisieran, que sus miserables vidas, no hacen ver otra perspectiva que no llegan más allá de sus narices.



Sinceramente, me dan pena son gente que serán felices el día de su muerte. No obstante utilizan todo lo que está a su alcance sin importar las consecuencias, ni los perjudicados que se dejan en el camino, sin el más mínimo escrúpulo.


La vida nos pone muchas veces a prueba… incluso cuando no lo hace, una de las cosas que mayor miedo nos da es pensar ¿Cómo reaccionaría ante esto? ¡Seguro que si me pasara me moriría!… pero, en realidad somos mucho más fuertes de lo que pensamos y es que todos llevamos dentro a un valiente que se crece ante las adversidades.
Por eso no podemos vivir con miedo, pensando y pensando, ¿Si pierdo el trabajo… y si pierdo este amor… y si pierdo a este ser querido y si enfermo?
Porque, aunque no lo creas, “después de la tormenta siempre llega la calma”. Así, aunque los primeros momentos son realmente difíciles, cuando ya no nos quedan lágrimas y hemos aceptado que la vida hoy fue ingrata con nosotros… aparece una fuerza interior (resiliencia) que nos protege, nos ayuda y que nos hace crecer como personas…


Incluso, puede que en este momento te esté ocurriendo a ti  y pienses que no lo vas a superar, que esto no lo vas a poder sobrellevar o que siempre vas a vivir “con esa mala suerte que te persigue”, pero…
La vida son etapas, son momentos, buenos y malos, alegres y tristes… porque así es este viaje y así tenemos que entenderlo: si un día está nublado, incluso dos o tres, ten por seguro que el sol tiene que volverá a salir

Algunas veces este astro es un poco perezoso y pone a prueba nuestra paciencia, otras veces nos sorprende con su luz radiante después de una buena tormenta y otras tantas que lo dislumbramos desde lejos, muy pequeñito… al final va acercándose poco a poco a nosotros hasta inundarnos con su luz.

Por eso recuerda que dentro de ti hay una fuerza con la que casi nunca cuentas porque rara vez la necesitas. Sí, aunque no lo creas, aunque pienses que eres cobarde y que no hay fuerza en tu interior.

Tú llevas una luz dentro de ti, que te ayudará en los malos momentos con más fuerza que nunca y que te sorprenderá más de lo que pensabas…


 Y, cuando pase la tormenta, porque siempre pasa, la vida te sorprenderá de nuevo con otro amor, con otro amigo del alma que quizás de otra forma no habrías encontrado por el camino, con un precioso nieto o con un viaje inesperado que te llenará de olores, de sabores y de nuevos y maravillosos paisajes…


Recuerda que cuando reflexiones sobre aquello tan tremendo que te ocurrió, piensa que no solo sobreviviste sino que le pusiste garra y fuerza, entonces te sentirás feliz contigo.

Te sentirás como aquel aspirante a guerrero a final consiguió  ganarse su armadura y su casco… y que ahora ya no tiene miedo… porque sabe que ya le ha plantado cara una vez al sufrimiento y ha sabido defenderse.



 Luchar y vencer, como uno de esos gladiadores de la Antigua Roma… pero en este caso, tus músculos estaban en tu interior…
Algo en tu ser se desgarra en muchos momentos, pero sigue, lucha, no te dejes vencer…

Ojalá este artículo te ayude en esos momentos difíciles a vencer el miedo a lo malo que pueda llegar y disfruta de los buenos momentos cuando los tienes. Ríete, baila, sueña, disfruta cuando lo tengas de tu mano… y hazle frente a la vida cuando llegue el momento.

Tal vez todo lo que hoy nos preocupa y nos parece difícil e incierto con el tiempo se minimiza y nos damos cuenta que nos ayudó a crecer y a ser mejores cada día…
Momentos de prosperidad…otros de incertidumbre y preocupación…
De pronto cuando creemos tener todo en la vida alguien o algo derrumba nuestro castillo, nuestro imperio… y allí estamos nosotros…
A veces llenos de miedo, otras a la espera de que todo sea una pesadilla y tarde o temprano despertemos…
Pero nunca debemos perder la esperanza…
De pronto al mirar alrededor siempre tenemos algo que nos dice que podemos resurgir…
De todo debemos aprender… Aún cuando nos encontremos mirando con temor nuestro futuro, llenemos nuestro corazón y nuestra vida con un fuerte deseo de seguir…
Que nada ni nadie nos desaliente…
Somos nosotros los únicos que podemos elegir: Bajar los brazos ó seguir peleando.
La vida no es fácil a veces…
Pasamos por pruebas difíciles, pero siempre debe existir en cada uno de nosotros la fuerza necesaria que nos permita levantarnos y seguir caminando…

domingo, 12 de noviembre de 2017

TOMA DE DECISIONES


Continuamente las tomamos, todo tipo de decisiones, desde las que creemos insignificantes, hasta decisiones complejas.

Todas tienen su influencia en la creación del futuro ideal.

Los bloqueos tienen mucho que ver con las decisiones equivocadas. Una persona bloqueada suele tomar decisiones no apropiadas.

De ahí la importancia de estar desbloqueado para tomar el máximo de decisiones correctas.

Un Maestro me dijo una vez que un 60 % de las decisiones que tomamos no provienen de nuestra propia decisión, sino de lo que se espera de nosotros. Un 30 % son automáticas y tan sólo un 10% son las que tomamos analizando lo que debemos decidir. Decía que nos movemos por inercias establecidas y eso hace que haya poco espacio para la creatividad, nuevas ideas y nuevas salidas a situaciones complicadas.

Atrévete a tomarlas, atrévete a creer en ti y en tus ideas y borra las respuestas automáticas que no hacen más que anclarte en una misma situación.

Analiza las decisiones diarias, se crítico contigo mismo, piensa porqué dices no de forma rutinaria ante una situación, o porque dices SI a otras. Analiza las decisiones que tomas por complacer a los demás y también las que tomas por complacer tu ego. Bajo todas esas influencias está tu verdadera personalidad.


El perdón es difícil darlo.


Qué fácil es hablar del perdón, pero que difícil es darlo.

Algunos han dicho que es un don el saber que estamos equivocados y que podemos ser perdonados; pero ¿qué pasa con los que se equivocan y nos hacen daño?

Algunas veces deseamos castigar a dicha persona, pero quienes salen más castigados somos nosotros mismos y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, sino que son de quien nos hizo daño, y hay que dejarlos ir.

Cuándo sucede esto, me pregunto, ¿qué hubiera yo hecho en lugar de la otra persona que me hizo daño, si yo hubiera estado en la misma situación y circunstancias?

Casi siempre concluyo que en ese momento, lo que hizo esa persona fue su mejor opción para él, aunque no para mí, y lo que la otra persona hizo fue sólo protegerse, no fue su intención hacerme daño.

¿Acaso no hice sentir yo alguna vez a otra persona de la misma manera?

¿Estaré pensando que mis sentimientos valen más que los de la otra persona?

Y de ahí viene la siguiente reflexión:

Me siento herido, pero eso no significa que la otra persona sea mala o en verdad quiera hacerme daño. Simplemente la otra persona no conoce toda mi vida ni mi pasado, igual que yo no conozco el suyo, y no sabe lo que traigo guardado en mi historia personal.

El perdón no se pide, se da... Y la razón más importante para darlo es que me libero de una gran carga.

¿Qué prefieres? ¿Ser feliz o tener la razón?

Cierto es que toda moneda tiene dos caras y que cada cual, la ve desde su perspectiva, pero a veces, la única manera de ser feliz, es que te reconozcan tu razón, aunque esta no tenga por qué quitar la contraria. Es necesaria una buena dosis de empatía para comprender los actos ajenos, a la vez que reflexionar bien los propios antes de cometerlos. La vida no es complicada, sino que la complicamos. A lo largo del camino, muchos se cruzan, pero pocos permanecen hasta el final y el libre albedrío nos da, precisamente, la libertad de elegir como recorrerlo y con quien a nuestro lado.


El tiempo y la tecnología me enseñó que detrás de un teclado hay un valiente o alguien que ni el mismísimo Harry Houdini, lo haría.


Incluso llegan más allá, como si fueran auténticos actores del mismísimo Broadway, cada noche o día interpretando el papel que no son. ¿ Que desgaste no? Aceptate es tan fácil, hacer una retrospectiva. Nadie es perfecto, que iluso y que falta de humildad, creer que estás por encima de todo. Mientras dejas en tú camino " cadáveres " mi pregunta es ¿ Vives en concordancia contigo mismo? Yo sí pero yo, no voy interpretando  ninguna obra, yo vivo mi realidad, con los pies en suelo, sólidamente. Y intento hacer las cosas lo mejor posible aunque, todo sea dicho no siempre lo consigo. 



Los que se creen sus propias mentiras y las proyectan.



El mentir es un síntoma. Las causas pueden ser muy diversas.Esas personas tiene contraído un hábito y le es difícil desengancharse de él.

No obstante tú lo pasas mal porque no puedes confiar plenamente en esas personas.

Tienes que suponer como probable que la persona no va a cambiar en este punto a menos que descubra el valor de la verdad y se de cuenta de que el valor actual que utiliza en su vida (la mentira) es perjudicial porque las demás personas no se fían de ella. Por mucho que te dijera que no lo haría más, veo pocas posibilidades de que realmente no lo haga si no es porque alguien vive los valores verdaderos delante de ella.

Sinceramente creo que te falta buena formación sobre el tema de las relaciones humanas. Creo que te vendrá muy bien que leas buenos consejos para que tu conciencia se forme rectamente y puedas tomar decisiones acertadas en la situación en que te encuentras. Antes de tomar decisiones importantes en la vida hay que formarse, saber cosas buenas para poder tomar decisiones correctas. La formación dura toda la vida. Hoy en día sabemos muchos datos o "conocimientos" que dentro de un mes ya no tienen ningún valor. La formación es otra cosa, es saber cosas buenas para aplicar criterios rectos en nuestra vida. Nadie es tan sabio que en una sola vida pueda saber ni siquiera una parte importante de lo que debería saber. Por eso necesitamos de los demás, de la sabiduría popular de los refranes de nuestros mayores, de personas que han dedicado a los demás su vida aportando criterio recto y honrado.

 Piensa en cómo puede afectar una mejora en este sentido.

Decálogo de la madurez y de la salud psíquica:

Diez requisitos que muestran que una persona es madura en lo mental, psíquico y afectivo

En la cultura occidental, una persona es madura en el plano de lo mental, psíquico y afectivo en la medida en que haya logrado un buen nivel en los siguientes pasos:

Actitud flexible, serena y tolerante ante las nuevas situaciones y circunstancias y capacidad de cambiar cuando sea lo más razonable y conveniente

Ser "uno mismo" y tener criterio firme y claro ante las personas, situaciones y cosas, pero sin tozudez y con buena disposición para admitir los propios errores.

Capacidad para pensar y obrar con absoluta independencia y aceptar la realidad por dura que sea, con presencia de ánimo y sin recurrir a lamentaciones inútiles ni a escenas melodramáticas.

Semblante y aspecto exterior ecuánime y gozoso, irradiando alegría y felicidad, sintiéndose un ser privilegiado de la vida aunque sólo sea por vivir y no perder el sentido del humor.

Aceptación de sí mismo en todos los aspectos; alto nivel de autoestima y autoamor; capacidad para perdonarse a sí mismo y perdonar. Buen amigo de sí y de los demás. Disfruta de relaciones afectuosas, emocionales y altruistas con sus semejantes.

Capacidad para disfrutar de todo en cualquier momento y lugar y de las cosas más corrientes y sencillas, pero día a día, minuto a minuto.

Gran amplitud de conciencia, generosidad, preocupación por el prójimo, por sus necesidades y carencias. Deseo de sentirse útil y permanente actitud de servicio para la sociedad en que vive.

Estar bien dotado para tolerar ciertas dosis de soledad y desamparo y bien entrenado para superar dificultades, problemas y frustraciones sin dejarse abatir por el desaliento.

Capacidad de empatía, de ver las cosas desde la óptica de la persona que tiene delante, teniendo en cuenta las circunstancias que le impulsan a obrar de esta o aquélla manera.

Finalmente, toda persona madura tiene un proyecto de vida que le autorrealiza y le proporciona verdadera felicidad y satisfacciones. Tal proyecto es diseñado teniendo como referencia una escala de valores morales, dando prioridad al respeto, la honradez, la solidaridad, la tolerancia y el objetivo de pasar por la vida haciendo el bien en lo posible.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Palabras desde el corazón y el alma, para tí.



Todos las personas que practican el chantaje emocional tienen rasgos en común, “habilidades” que alimentan su conducta de manipulación o de extorsión. Se nutren del miedo, de la culpa, de la obligación para que la otra persona haga lo que desean.
Los chantajistas emocionales dejan de ver a la otra persona como lo que es y pasan a verla como un mero instrumento al que pueden manipular para conseguir lo que desean sin importarles cómo pueda sentirse.
El chantaje emocional utiliza los sentimientos como arma
El miedo que hay detrás del chantaje emocional
En el uso que hacen o intentan hacer de los demás los chantajistas emocionales el miedo suele adquirir un papel protagonista: pueden tener miedo a perder al otro hasta ser rechazado, dejar de tener poder o de cambiar… Pero casi siempre, se trata de eso, del “miedo a perder” (algo o alguien).
Esto puede tener un origen antiguo remontándose a la niñez, por ejemplo. Aunque también puede ser una respuesta automática, la reacción para no enfrentar la baja autoestima, la inseguridad o la falta de confianza en ellos mismos, etc.
Cualquier persona puede ser chantajista, según informan los expertos, dependiendo especialmente del modelo de aprendizaje que haya tenido y de su historial comunicativo. Puede ser más sencillo de lo que se cree que ciertos hechos desencadenen este modo de actuar, como un divorcio, la pérdida del trabajo, una enfermedad, etc.
Con esto no se pretende afirmar que todas las personas que se divorcian, se queden sin empleo o se enfermen sean o vayan a convertirse en chantajistas o manipuladores emocionales, pero lo cierto es que aumentan las probabilidades al existir un hecho que puede actuar como desencadenante.
Cómo te hace sentir un chantajista emocional
De algún modo, cuando una persona comienza a ceder frente a un chantajista el precio que puede llegar a pagar es muy caro. El problema es que no siempre nos damos cuenta de lo que está ocurriendo.
Las personas que practican la extorsión hacen sentir al otro: desequilibrado, avergonzado y sobre todo, culpable. La burla, la manipulación y la falta de acción facilitan que la víctima caiga en la emboscada.
Si bien un chantaje emocional no está considerado como un abuso psicofísico violento, no por ello deja heridas menos profundas, sino todo lo contrario. Cuando convivimos con una persona con estas características, daña lo más hondo de nuestro ser, algo que es más difícil de recuperar que unos cuantos golpes físicos.
¿Cómo saber si estamos sufriendo chantaje emocional?
Para que el comportamiento del otro pueda ser denominado “chantaje emocional” es preciso que cuente con varios componentes. Analizando los límites es más sencillo saber si estamos en una situación de estas magnitudes:
1 – La exigencia
Los chantajistas no siempre expresan con claridad lo que quieren, sino que permiten que el otro “lo adivine”. Pero no es tan sencilla la ecuación, porque le da tanta importancia al tema que la otra persona no tiene más alternativa que terminar cediendo o aceptando esa situación.
2 – La resistencia
Cuando pensamos diferente al chantajista, no se siente feliz, se enoja, hace que el otro se crea responsable por su tristeza. Se resiste a pensar como su pareja, su amigo, su padre, etc. No acepta nada que no sea como quiere o como le gustaría que fuera.
3 – La presión
Cuando se tiene que “enfrentar” a un carácter fuerte es cuando comienza a actuar de una manera más directa o bien esto ocurre cuando le cuesta conseguir lo que desea. Presiona todo el tiempo hasta que el otro cambia de parecer, discute, reclama, llora, grita, se enoja, da igual. La cuestión es que “convence” (no de la mejor manera) de que su punto de vista es el más acertado. Utiliza la culpa y la lástima para continuar con su juego.
4 – La amenaza
Si todavía así no puede conseguir lo que quiere, si ve que sus deseos se chocan con la negativa del otro, comienza a “contar” cuáles pueden llegar a ser las consecuencias por esta decisión equivocada. La amenaza puede ser a través del dolor, de la desdicha o incluso, la muerte. Podrá decir cuánto está sufriendo por esto, que no puede vivir de esta manera, que es mejor separarse, etc
5 – La obediencia
Como la otra persona no desea verlo mal ni separarse de él/ella, cede y acepta la propuesta, la idea, la opinión. Esto no quiere decir que esté de acuerdo o que haya cambiado de parecer, pero simplemente lo hace para no generar más problemas y para que no sufra. Así, se está empezando a ceder terreno, muy difícil de recuperar.     
6 – La reiteración
Si los cincos puntos anteriores vuelven a ocurrir una y otra vez, con un lapso de paz y tranquilidad, es porque estamos en un gran problema. Ya la presión, la lástima, la culpa, echar en cara o el artilugio preferido no será usado para ese tema, sino para otro.
Si te manipula, si te culpa, es chantaje emocional
Y así es como ingresamos en un círculo vicioso del que no se puede escapar. Es vital prestar atención a la primera señal de alerta de chantaje emocional, el primer “si me dejas me mato” o “no podré vivir sin ti”, porque después puede ser demasiado tarde.





No se puede dar lo que no se tiene
Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad,
quien no está cómodo en la vida,
no puede hacer que otros se sientan bien.
Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura.
No se puede dar lo que no se tiene.
¡No se puede dar lo que no se tiene!
Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su “mala suerte”, porque según ellos todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.
Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance,como un amanecer, disfrutar de mirar una flor,de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.
Esa clases de personas, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso es hace que seas una persona completa.
-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor-


Y eso sí que es valioso.
Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no tiene problemas. Pero no es así, claro que tiene problemas, sólo que sabe sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor golpee fuerte en su corazón, por ser una persona llena y plena nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver la vida. Toma todo lo malo como experiencias y sabe salir adelante aun y a pesar de estos problemas cotidianos que la vida nos da cada día.
Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más amor repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti a modo que puedes repartirlo a manos llenas. Eso te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere, que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has construido firme y sólido.
Existe ese tipo de personas que no pueden dar porque no tienen nada bueno en su corazón, son pobres de espíritu, no hay alegrías ni amor dentro de ellas; es como un campo árido donde nunca se podrá sembrar, son personas nocivas que viven el cada día amargándose y deseando todo pero no queriendo dar nada. Desgraciadamente hay muchas personas así en nuestras vidas, pueden ser personas cercanas o lejanas, pero siempre hay alguien a quien le cabe como anillo al dedo esta frase: “No se puede dar lo que no se tiene”.
No tiene sentido esperar cosas buenas de este tipo de personas, porque si no saben ser felices, ¿cómo podrían dar a otra persona aquello de lo que carecen?
Por eso en la vida hay etapas que debemos ir quemando para evitar caer en la amargura. Los que viven añorando un pasado, los que sienten que todo el mundo les debe algo, que no es justo que otros sean felices porque ellos no lo son ni lo serán, esos son seres insatisfechos con todo, con la vida, con Dios y con todo el mundo.
Es triste, pero lo mejor es alejar personas así de nuestras vidas, pues de lo contrario, al final terminamos muy mal porque empezamos a ver lo que ellos ven: todo en blanco y negro. – Hay que alejarse-
La vida es alegría, es amor, es dar a manos llenas los talentos que poseemos. Dar amor es un acto que nos hará una mejor persona, única, irrepetible, porque podremos decir “yo sí puedo dar lo que tengo, que no es poco: Me sobra amor, me sobra felicidad. Soy alguien que lucha aun contra la corriente pero derramo felicidad a mi paso”.
Quienes renuncian a las maravillas de la vida y saborear la felicidad de dar amor a otros se pierden en el camino de la tristeza…
Por eso tú siempre sonríe, vive la vida y cuando veas que quienes te rodean te dan muestras de amor y afecto, tu corazón se llenará de gozo.
Eres feliz. Puedes darlo todo…


Creo en las personas, especialmente en aquellas que se les vé algo más que la humanidad.
Aquellas que a veces la gente confunde con ángeles u otras entidades divinas.
Hablo de aquellas que existen en nuestras vidas, que engrandecen nuestro espacio con pequeñas alegrías.
De aquellas, que miran a los ojos porque son verdaderas, que hacen elogios, que agradecen y piden disculpas con la misma simplicidad de un niño.


Personas que no necesitan hacer trampas para conseguir lo que buscan, porque sus deseos se muestran en sus acciones y reacciones, no en sus caprichos.
Personas que van por la vida sin miedo a la oscuridad, que caminan firmes y levantan la cabeza en momentos de completa desesperanza.
Las que se equivocan más veces de las que aciertan, que aprenden más de lo que enseñan, y viven más de lo que sueñan.

Que cuidan de su cuerpo, por que les acompañará hasta el final de sus días.
Que no distinguen entre ricos o pobres, gordos o flacos, negros o blancos.
Personas simplemente personas que no siempre están seguros de todo, pero siempre cumplen.
Transparentes, amig@s, espontáneas y a veces ingenu@s.

Prefiero creer en relaciones basadas en la confianza, la serenidad, la humanidad y la sinceridad. Y creer en aquellos encuentros que nos transmiten Paz y Tranquilidad.

Prefiero creer en hombres y mujeres que reverencian la vida con la misma intensidad que un gran amor.
Que pasan por la tierra y dejan su huella, su recuerdo.
Hombres y mujeres que habitan el perfecto universo y el orden de la existencia...