Dedicado a dos personas maravillosas.
Dicen que la cara es el espejo del alma.
No estoy muy de acuerdo, conozco gente con " cruces " de caminos, bastantes peliagudos que, soportan y admiten sus cometido porque lo han elegido así, teniendo un mérito de incalculable valor qué pasan desapercibidos, para la mayoría de la gente, pero no para sus más íntimos.
Con una alegría, con un desparpajo que muchos infelices ya quisieran, que sus miserables vidas, no hacen ver otra perspectiva que no llegan más allá de sus narices.
Sinceramente, me dan pena son gente que serán felices el día de su muerte. No obstante utilizan todo lo que está a su alcance sin importar las consecuencias, ni los perjudicados que se dejan en el camino, sin el más mínimo escrúpulo.
La vida nos pone muchas veces a prueba… incluso cuando no lo hace, una de las cosas que mayor miedo nos da es pensar ¿Cómo reaccionaría ante esto? ¡Seguro que si me pasara me moriría!… pero, en realidad somos mucho más fuertes de lo que pensamos y es que todos llevamos dentro a un valiente que se crece ante las adversidades.
Por eso no podemos vivir con miedo, pensando y pensando, ¿Si pierdo el trabajo… y si pierdo este amor… y si pierdo a este ser querido y si enfermo?
Porque, aunque no lo creas, “después de la tormenta siempre llega la calma”. Así, aunque los primeros momentos son realmente difíciles, cuando ya no nos quedan lágrimas y hemos aceptado que la vida hoy fue ingrata con nosotros… aparece una fuerza interior (resiliencia) que nos protege, nos ayuda y que nos hace crecer como personas…
Incluso, puede que en este momento te esté ocurriendo a ti y pienses que no lo vas a superar, que esto no lo vas a poder sobrellevar o que siempre vas a vivir “con esa mala suerte que te persigue”, pero…
La vida son etapas, son momentos, buenos y malos, alegres y tristes… porque así es este viaje y así tenemos que entenderlo: si un día está nublado, incluso dos o tres, ten por seguro que el sol tiene que volverá a salir
Algunas veces este astro es un poco perezoso y pone a prueba nuestra paciencia, otras veces nos sorprende con su luz radiante después de una buena tormenta y otras tantas que lo dislumbramos desde lejos, muy pequeñito… al final va acercándose poco a poco a nosotros hasta inundarnos con su luz.
Por eso recuerda que dentro de ti hay una fuerza con la que casi nunca cuentas porque rara vez la necesitas. Sí, aunque no lo creas, aunque pienses que eres cobarde y que no hay fuerza en tu interior.
Tú llevas una luz dentro de ti, que te ayudará en los malos momentos con más fuerza que nunca y que te sorprenderá más de lo que pensabas…
Y, cuando pase la tormenta, porque siempre pasa, la vida te sorprenderá de nuevo con otro amor, con otro amigo del alma que quizás de otra forma no habrías encontrado por el camino, con un precioso nieto o con un viaje inesperado que te llenará de olores, de sabores y de nuevos y maravillosos paisajes…
Recuerda que cuando reflexiones sobre aquello tan tremendo que te ocurrió, piensa que no solo sobreviviste sino que le pusiste garra y fuerza, entonces te sentirás feliz contigo.
Te sentirás como aquel aspirante a guerrero a final consiguió ganarse su armadura y su casco… y que ahora ya no tiene miedo… porque sabe que ya le ha plantado cara una vez al sufrimiento y ha sabido defenderse.
Luchar y vencer, como uno de esos gladiadores de la Antigua Roma… pero en este caso, tus músculos estaban en tu interior…
Algo en tu ser se desgarra en muchos momentos, pero sigue, lucha, no te dejes vencer…
Ojalá este artículo te ayude en esos momentos difíciles a vencer el miedo a lo malo que pueda llegar y disfruta de los buenos momentos cuando los tienes. Ríete, baila, sueña, disfruta cuando lo tengas de tu mano… y hazle frente a la vida cuando llegue el momento.
Tal vez todo lo que hoy nos preocupa y nos parece difícil e incierto con el tiempo se minimiza y nos damos cuenta que nos ayudó a crecer y a ser mejores cada día…
Momentos de prosperidad…otros de incertidumbre y preocupación…
De pronto cuando creemos tener todo en la vida alguien o algo derrumba nuestro castillo, nuestro imperio… y allí estamos nosotros…
A veces llenos de miedo, otras a la espera de que todo sea una pesadilla y tarde o temprano despertemos…
Pero nunca debemos perder la esperanza…
De pronto al mirar alrededor siempre tenemos algo que nos dice que podemos resurgir…
De todo debemos aprender… Aún cuando nos encontremos mirando con temor nuestro futuro, llenemos nuestro corazón y nuestra vida con un fuerte deseo de seguir…
Que nada ni nadie nos desaliente…
Somos nosotros los únicos que podemos elegir: Bajar los brazos ó seguir peleando.
La vida no es fácil a veces…
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