sábado, 19 de agosto de 2023

Alguien me dijo


La vida diaria está salpicada de dificultades, obstáculos pequeños y grandes que aprender a sobrellevar o a superar, gracias a la resiliencia. Ninguno de nosotros llegamos a este mundo con un manual de la perfecta existencia, ese que nos da pautas para cada problema, para cada crisis y cada dificultad.

Conocí alguna persona, en el camino con la sabiduría precozmente adquirida, la sabiduría no la da la literatura, ni las experiencias de otros, la sabiduría te da la observación de hechos acontecidos en tu vida y alrededores que tú valoras, si ya esto lo adhiere a una psicología natural de vida, te hace ser una persona casi indestructible. Digo casi porque, estos supe héroes o heroínas son, cómo unicornios, seres mitológicos, tienen su punto débil, pero hay que descubrirlo. A veces te pasa toda una vida y no encuentras ese flanco de debilidad.
Llegamos a este mundo como caídos de una extraña chimenea llamada destino, suerte o providencia,  ahí donde se nos ofrece una familia más o menos buena, una sociedad más o menos democrática en la que crecer con unas determinadas normas y valores, y un círculo social que vamos creando nosotros mismos a medida que crecemos.
Tenemos voluntad de elegir y una aparente sensación de libertad. Sin embargo, no siempre logramos ser felices. Alguien me comentó una vez, hace muchísimo tiempo, al oído....para amar de verdad, tienes que amarte a ti mismo primero, ciertamente, no entendí el concepto, quizás es que mi carácter por un lado, falta de madurez, pero el  momento no era el más adecuado. Ojalá lo hubiera gestionado o hubiera sucedido de aquella manera, pero he de reconocer, que nunca negaré, mi esencia y cómo dice mi himno, nunca una canción fue mejor adherida a una persona... I's my Life
Es ahora o nunca. Siempre fui así a mí manera y es una cosa que no pude cambiar.

Últimamente, oigo una expresión... el "karma".
Déjenme que les diga, que más que karma, creo en el efecto boomerang,  de lo que se siembra, se recoge. 
Tenemos tendencia, a ver las vigas en los ojos ajenos, pero no, la pestaña en el propio.
¿ Que sabemos nosotros si en una acción, palabra hemos causado un daño irreparable?
Bajo nuestra perspectiva, hicimos y actuamos, bien...pero no sabemos cómo se sintió o sucedió al que estaba del otro lado.

Se suele hacer, mucho daño con la palabra, sobre todo cuando no se tiene filtro, lo digo yo un tipo, que me caracterizo por no tener filtros por tanto soy consciente de qué causé mucho daño. Lo que hacemos en la vida tiene su eco, en la eternidad.

No me arrepiento, ni de lo dicho, ni de hecho, porque la vida, se basa en eso....en una eterna decisión, que a veces te sale bien, pocas veces la verdad, otras veces te sale mal, por tanto, esa decisión te lleva a unas consecuencias.  

Arriesgas, cómo no.... haces una apuesta, puedes salir ganador o perdedor, también es una decisión.

El o la que te vende, algo que tú crees que sí y al final es no ...es tú decisión quizás por tu visceralidad, tú emocional, decidiste apostar por esa opción que no dió el resultado que te dejaste convencer para tomar esa opción.

Alguien, hace mucho tiempo, me dijo.....al primer movimiento de algo que no entré en tus valores.... arranca y no mires ni para atrás, saldrás en beneficios. Tenía toda la razón del mundo. 

Cuando gozas de, falta de experiencia lo máximo que te duele después de una o varias noches de fiesta es un leve dolor de estómago.

La consecuencia es esa decisión cuando, eres poseedor de experiencia donde se transforma en diferentes patologías..
¿ Y acaso es el karma? Más bien son los hechos acontecidos en un pasado que no está tan lejos en el tiempo y la máquina era buena.

Y es que.....una buena siembra, no garantiza una buena cosecha.


No siempre logramos vencer esa adversidad cotidiana que nos trae la vida de vez en cuando.
Como personas en crecimiento que somos, siempre vale la pena aprender de todas aquellas tendencias que nos llegan, y que pueden ofrecernos mecanismos de mejora. Y la resiliencia es una de ellas, se trata ni más ni menos que de la capacidad para afrontar los problemas y adaptarnos lo mejor posible a esos baches, a esas curvas en forma de pérdidas, fracasos, desengaños, traumas e incluso situaciones de estrés.
Hemos de tenerlo claro, ser resiliente no significa en absoluto, no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La resiliencia es la  capacidad de asumir el dolor, aceptarlo y aprender de él, sabiendo gestionar tanto nuestras emociones como nuestras respuestas, para sobrellevarlo del mejor modo posible.
No es fácil, lo sabemos, aprender a ser resiliente es un largo proceso que requiere tiempo y mucho auto-conocimiento. Pero una vez dominado y comprendido, nos sentiremos más capaces y más protegidos. 

Hoy desde aquel verano de 1984.... Y mi toma de conciencia de ese proceso en 2017, aunque fue poco a poco....
Me planteo está etapa de la vida, cómo una mirada en retrospectiva analizando, cada cosa, cada suceso. Mirando cada movimiento, sin ningún tipo de arrepentimiento pero, con una tremenda practicidad, de lo que sí, lo que no, lo que jamás .

Se dice, que la entrada en la acumulación de experiencias, te da más permisividad para ciertas cosas, no con los demás, ahí la verdad te vuelves celoso, de tu tiempo, sabes y valoras cada segundo, pero si te permites ciertos caprichos contigo mismo, sin agradar a nadie, ni es necesario y más que nada te importa muy poco las consecuencias.

El lo tomás o lo dejas se recalca más a está etapa. Si bien es cierto que cuando tienes pocos años acumulados de experiencias, todo es más impulsivo, todo es más puro, todo es más sensitivo.

Sin embargo la vida es como una mochila llena de taras, de cosas que, puedes dejar, en el camino, se llama evolución. 

Dejé de lado el odio, el rencor, fui sustituyendo por la indiferencia, esto causó más dolor en algunos, pero era más reconfortante para mí. Dejé el ego, a un lado, dejé el reconocimiento al otro, total, no tengo que demostrar nada a nadie, simplemente, me tengo que demostrar a mí .....de espíritu de superación, cada día.

Hay algo que la verdad, no pude, no puedo, no creo llegar a lograr que a pesar de qué me dijeron....hay que aprender a perdonar y olvidar.

Es incompatible, perdonar, sin olvidar y tengo muy buena memoria. Muy mal asunto.
 No estoy ávido de sensaciones, estoy ávido de observaciones, comportamientos, de ver cómo se desesperan los pasionales, cuando se desgarran por dentro, cuando a las cosas realmente importantes, valga la redundancia, no le dan ninguna importancia.

Agradezco, (cosa que con poca acumulación de experiencias, creía que se me debía " grave error "), nadie debe nada a nadie es una tremenda injusticia, agradecimiento, nunca es poco, cuando alguien te ofrece, su bien más preciado, su tiempo.

Si te detienes pensando en el tiempo perdido, lo estarás perdiendo nuevamente. Dijo Benjamin Franklin Presidente Estados Unidos “El tiempo es oro”, u otra que me gusta mas, “El Tiempo no es oro, el oro no vale nada, El tiempo es vida”. Entiendo que las cosas no siempre se dan como uno quiere o planifica. Que hay problemas, que no todos tenemos las mismas posibilidades, y que la vida está repleta de sorpresas y no todas de nuestro agrado.
Básicamente estoy poniendo mi alma en paz. Y no es fácil.

Aún cierro los ojos y veo unas niñas bajando hacia el muelle de la gabarra y la cementera, por unas escaleras, en fila india .....y pienso....me debería haber quedado ahí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario