Y justo cuando me encontraba perdido...te encontré. Pensaba eso.

Habla con personas que te hagan ver el mundo de otra manera. Me decía Juan.

Era un sábado por la noche me fui al bar, intentando ahogar mis desilusiones con whisky, con la idea de callar mis demonios y carencias emocionales con música a alto volumen y ese trago de alcohol que llega a  insensibilizar cualquier dolor.

Mi lugar de siempre en la barra con mi amigo Juan el camarero, el que siempre está dispuesto a escuchar. A darme sus consejos y palabras de aliento y alejar un rato a la soledad.

De pronto el mundo se detuvo y apareciste tú, me quedé en silencio acompañándote con la mirada desde la entrada hasta la mesa del centro, todo el lugar se puso en pausa mientras tú atrapaste todas las miradas.

Con ese sexy vestido rojo que ajustaba a tus curvas perfecto, con el bailar de tu hermoso pelo rizado largo tan perfecto, con tu esplendida sonrisa y ese enorme par de ojos que a cualquier hombre hipnotizan.

Cruzamos un par de miradas, me sonreíste y en mi cuerpo algo se despertó, se estremeció, un par de tragos y encontré el valor para sacar a bailar a la señorita más hermosa de todo el lugar, me latía fuerte el pecho, estaba nervioso y muy emocionado, con un tanto de miedo al rechazo.

Buenas noches señorita bonita, le gustaría bailar conmigo esa canción es mi favorita y usted sería la pareja perfecta para este tema

-dije mirando tus hermosos ojos sin vacilar-

También es mi favorita -comento y extendió suavemente su mano-

Nos fuimos a bailar sonreímos alegamos y sin darnos cuenta no te volví a soltar.

Nos calló la mañana y de pronto estaba vacío el lugar, te pedí tu número y te negaste, me sentí triste, sí esto es cosa del destino....ya nos veremos, -me dijiste al despedirte-

Unos días después como regalo del cielo en un café te encontré.

Un cortado o un americano le traigo mientras me da su número en esté papel señorita, -pregunte y tú solo me sonreíste-

Cortado por favor - me respondiste-

Pasamos la tarde juntos y no parábamos de hablar, de reír, de mirarnos con ese brillo especial.

Y después de un par de meses sigues aquí, te instalaste en mi vida , mi corazón y cambiaste mi suerte.

Sin darme cuenta yo que ya no creía en el amor me encuentro abriendo ventanas, pintando paredes y decorando con flores, usando tus colores para abrir nuevamente mi corazón.

Justo cuando me encontraba perdido, en temas del corazón rendido, llegaste tú y confíe otra vez en el amor.

Sonrió como idiota todo el día y aún dudo de mí buena suerte, por qué este cielo de tenerte me parece fantasía.

Yo me pierdo en tu sonrisa y cada vez que te escuchó susurrar suavemente en mi oído te amo amor, vuelve a latir este corazón.

No teman volver a enamorarse, siempre llega alguien mucho mejor.

De pronto conocí a alguien que amaba mi sonrisa, que sabía abrazarme en malos días. Que amaba mi mirada aún cuando se llenaba de sufrimiento, que conocía mis manías y le parecían virtudes, alguien que aprendió a llenarme el cuerpo y alma de besos. 

Que comprendió que no era alguien perfecto pero era buena compañía, mi hogar en otros brazos. De pronto conocí a alguien que memoriza mis lunares y demonios, que sabe de mi vida y le parece una buena historia.  

Apareció alguien que lo que ofrezco le parece suficiente, que ama compartir su vida con lo que soy.  No sé de finales felices pero el mío parece  que tiene su nombre.

Pero la realidad, es otra muy distinta y si tú tardas en conocerte a tí mismo, imagínate, lo que te puede suceder, no en todos los casos pués las generalizaciones acarrean injusticia.

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La partida de ambos de aquel lugar de felicidad destruido era obvia, nadie que estuviera un poco menos dispuestos al suicido que nosotros dos podría quedarse ahí, así que las palabras que tanto esperamos para decidir marcharnos de ahí se dijeron, y el infierno adoptó una nueva morada.

Malditos recuerdos, Malditos sentimientos de mierda. Asquerosa noche que solo me haces ser aquello que tanto odio, deja de hacerme sentir que sólo soy un hombre más con el corazón roto.

Aun recuerdo el día en que la pude ver por primera vez, para mí fue muy inquietante saber que alguien pudiera ponerme tan nervioso, al grado de no poder ni acercarme a ella, esa fue la primera vez en la vida que me ocurrió.

Mis amigos me preguntan cómo le hice para olvidarte tan rápido, cómo deje de amarte si eras mi vida entera, cómo era posible que no volviera a mencionar tu nombre.

A los dos segundo conteste:

el amor muere cuando te traicionan,

cuando te apuñalan por la espalda la admiración por ésa persona se va al fango; se pudren los recuerdos bonitos cuando descubres el verdadero rostro de falsedad; el amor se transforma en asco al descubrir cada mentira, te decepcionas tanto que pasas de amar a despreciar.

El amor puede sobrevivir a la ausencia,a la distancia, a la muerte, pero no sobrevive a las traiciones,

a las mentiras, a las dudas, a la desconfianza, a la decepción profunda.

Cuando tracionas a la persona más leal que tenías a tu lado, no pidas perdón ni justifiques tu error; ya que fue una elección que te costará consecuencias devastadoras y prolongadas hacia la persona que más confiaba en ti.