jueves, 28 de agosto de 2014

La mujer indígena.

"No casaban los canarios más que con una mujer, aunque digan otras los sobredichos autores. Ni tampoco es cierto que las preñadas metían en los templos, ni que después de paridas estuviesen apartadas de sus maridos y tuviesen la facultad de comprar esclavas para apaciguar el apetito.... no sabían que eran esclavas...." Año 1590 Juan Abreu y Galindo.

El papel de la mujer en la sociedad indígena era muy importante. Se ha intentado generalizar la idea de que la sociedad indígena era patriarcal, pero lo cierto es que no era así en todas las islas de nuestro archipiélago.

En algunas islas asuntos tan importantes como la herencia, el parentesco o el lugar de residencia se establecía por línea materna, como era en el caso de la Gomera, El Hierro y Gran Canaria; incluso en esta última, eran ellas, las mujeres, la que aseguraban la trasmisión del poder real.

Cuando los indígenas de la isla de Gran Canaria ceden ante los invasores y se rinden, lo hacen portando en andas a la sobrina del último Guanarteme, la bella Arminda, en una ceremonia en la que con todos los honores la confían a los nuevos señores. Es ella, la depositaría del poder de la soberanía de su pueblo.

En otros casos, como en la Palma,las mujeres se unían a los hombres en combates, y éstas eran tan fieras a la hora de luchar que los conquistadores las llamaban, las amazonas, haciendo un paralelismo con las míticas amazonas que el historiador griego, Heródoto, inmortalizo en sus obras.

Otra historia legendaria de mujer combativa es la de la princesa Guacimara de Anaga, que participó estoicamente evitando los sucesivos intentos de desembarco de los invasoresen las playas de Añaza, en Tenerife. La bravura qué demostraba en las batallas, unida a la belleza que desprendía, sedujo a muchos conquistadores, que se sentían incapaces de enfrentarse a ella. Según esta leyenda, cuando los españoles intentaron hacerla prisionera ella prefirió suicidarse, arrojándose desde los acantilados mientras gritaba vacaguaré ( prefiero morir).
Este suicidio-ritual fue, tristemente, habitual entre los indígenas demostrando su amor por la libertad.

MATRIMONIOS Y DIVORCIOS.

Lo cierto es que los investigadores reconocen varias fórmulas de enlaces matrimoniales, según la isla y la posición social. Eran frecuente encontrar a una con varios maridos y hombres nobles con riquezas que podían mantener a varias mujeres. Pero según Abreu y Galindo la monogamia era lo mas habitual, dado que existía la separación de la pareja simplemente con que cualquiera de ellos lo deseará.

Entre las clases sociales más altas, reyes y nobles existía la endogamia de clase ( parentesco biológico), sin embargo en la Gomera pasaba exactamente lo contrario, las capas más altas estaban obligadas a casarse con personas de bandos o cantones diferentes, para así crear nuevas alianzas de paz y solidaridad.

" Después del mes de Junio envió Pedro de Vera recado a D. Fernando de Guanarteme, que hiciese venir a su sobrina ( Arminda )con los demás nobles, sus parientes, al Real ( Ciudad de Las Palmas), a entregarse como estaba pactado; y luego dieron orden desde Tirajana por Telde, sin que viniese con ella ningún cristiano español, la traian en hombros cuatro capitanes nobles, de cabello largo y rubio, en unas andas de palo a modo de parihuelas, sentada, vestida de gamuza a modo de handana o pieles adobadas, de color acanelado; venían delante de las andas cuatro capitanes con capotillo, de handana llamados tamarcos, braguillas de junco, majos en los pies y guapiletes en la cabeza y lo demás desnudo, al lado de las andas, algo hacia atrás, dos tíos suyos Faisajes, y después se seguía un grande  acompañamiento de hombres, todos que servían de traer las andas a remuda.
Salio Pedro de Vera y por medio de interprete y en lengua indígena dijeron; allí viene la Señora de toda la tierra heredera única y legítima hija de su señor Guanarthemy Guanachy Semidan"

miércoles, 27 de agosto de 2014

La política indígena

" Hizo el el rey don Juan ( I de Castilla) una armada por mar, de ciertos navíos, y puso por capitán de ellos a un caballero vizcaíno, que se decía Martín Ruiz de Avendaño, el cual corría toda la costa de Vizcaya y Galicia y Inglaterra, que sería el año de mil y trescientos y setenta y siete, poco más o menos. El cual, navegando, le dio temporal que les hizo arribar en Lanzarote, y tomo puerto. Y salió el capitán y gente  en tierra, y los isleños lo recibieron con paz y le dieron refrescos de lo que en la tierra había de carne y leche y queso, para refresco de su armada; y fue aposentado en la casa del rey que se decía Zonazamas "

Los datos que se han reunido sobre la organización política y territorial son aquellos que se recogen por autores europeos en loa momentos previos a la invasión.

Como venimos comentando en publicaciones anteriores, cada isla tuvo un desarrollo social y normativo particular.
De este modo, mientras que en unas islas existía un sólo rey, en otras, llegaron a coexistir hasta doce, distribuyendo su poder por zonas territoriales bien señaladas.

LANZAROTE Y EL HIERRO

En la isla de Lanzarote, llamada Titerogakaet, en la de el Hierro, llamada Esero, no había división territorial, o lo que es lo mismo, cada isla estaba formada por un único territorio político con un sólo rey.
En el momento que llegaron los francos-normandos a Lanzarote el rey era Guadarfia y su residencia estaba en el poblado de Zonazamas.
En la actualidad Zonazamas es una amplia zona arqueológica que se extiende por los municipios de Arrecife, Teguise y San Bartolome y esta declarada bien de interés cultural.

FUERTEVENTURA.

Llamada Herbania, estaba dividida en dos reinos que, según algunos autores, estaban divididos  por una muralla ( de la que aún se conservan restos en un lugar que se llama la Pared aunque esto sea un dato considerado un poco controvertido hoy en día ).
Estos reinos eran Jandia, al sur, y  Maxorata al norte. Gobernada por  Ayoze y Guise, respectivamente.

LA GOMERA Y LA PALMA.

En la Gomera, llamada Gomahara, había cuatro cantones: Agana, Orone, Mulagua y Ipalan mientras que en la Palma conocida como Ben-auara existían doce reinos: Tijarafe, Tagalgen, Aridane, Tihuya, Tamanca, Ahengenguareme, Tedote, Tenagua, Tigalate, Tagaragre, Adeyajamen y Aceró. Este último correspondía a la zona de la Caldera, y significaba " lugar fuerte e invulnerable " su rey era el legendario Tanausú.

GRAN CANARIA Y TENERIFE.

Se calcula que el momento de la conquista en Gran Canaria cuyo nombre era Tamaran vivían unos 40000 indígenas.
Existían 10 Guanartematos que poco antes de la conquista se convertirían en sólo dos.
El de Galdar y Telde.
En cada uno de estos dos reinos había un centro admitrativo, una ganar villa con gran densidad poblacional y en ella solía vivir el rey ( Guanarteme ) con su familia.

Este delegaba en Guaires ( o lo que es lo mismo distritos)

Achinet, era la isla de Tenerife.
Los 9 Menceyatos que dividían eran:
Anaga, Adeje, Tegueste, Tacoronte, Taoro, Abona, Guimar, Icode, Duate.

El centro de la isla se ubica el Teide y sus aledaños era un lugar común el cual era utilizado como pasto para el ganado.

EL JURAMENTO ANTE LOS ANTEPASADOS.

El rey, llamado Mencey, era elegido por el Tagoror. Debía de poseer el linaje más puro para ostentar el cargo.
En la ceremonia juraba honestidad ante el hueso del Mencey mas antiguo de su linaje.
Una vez que era  elegido Mencey, se le otorgaba la ñepa una especie de bastón - lanza signo de distinción.

Cada año repartia las tierras.

domingo, 24 de agosto de 2014

La justicia indígena.

Las leyes eran diferentes en cada isla y según relatan los primeros cronistas, eran extremadamente duras. En Tenerife la justicia se impartía en una plaza pública llamada Tagoror, que también se utilizaba para otros asuntos, y que estaba formada por un grupo de notables mayoritariamente ancianos, achimenceyes parientes del Mencey y gentes de prestigio. Se calcula que sólo en Tenerife llegaron a existir más de 70 tagorores, ya que llego a convertirse en algo más cotidiano y extendido: en un lugar de reunión de los antiguos isleños.

En este sentido el Padre Alonso de Espinosa, en el año de 1594, lo describía de la siguiente manera.... ( todos los canarios) " acostumbraban a tener un Tagoror delante de sus casas, mayo o menor según la calidad y posibilidad de la persona, donde se juntaban sus conversaciones. Y era costumbre que, cuando algún huésped venía, no entraba en casa, sino que se sentaba en el Tagoror y sin hablar palabra, y cuando allí le veían salía el señor de la posada y lo entraban en ella ".

En Gran Canaria existía algo similar al Tagoror de Tenerife pero la palabra que utilizaban para denominar este consejo no ha llegado a nuestros días.
Se sabe que estaba formado por el Guanarteme, el Faycan ( gran sacerdote) y seis Guaires ( capitanes o consejeros del Guanarteme ) y su función era asesorar al Guanarteme en cuestiones relacionadas con el gobierno y la justicia.

Ejemplo de leyes

En Gran Canaria y Fuerteventura aplicaban la pena de muerte a los homicidas y encarcelaban a los que robaban. En el Hierro, a aquellos que robaban se les amputaba algún miembro como las manos o los ojos. En Tenerife se cree que no existía la pena de muerte, y el castigo por homicidio consistía en un embargo de todos sus bienes, para indemnizar a los familiares del fallecido y, posteriormente, se desterraba del menceyato al culpable.
Era una norma muy extendida en todas las islas que a los delincuentes se les cortara el pelo una vez juzgados.

En algunas islas como en Gran Canaria y Tenerife, las mujeres estaban protegidas por la ley: " si os encontrais con una mujer en una zona solitaria, no se les ocurra dirigirle la palabra. Ningún hombre que se precie, ningún valiente guerrero, osará romper el tabú que prohíbe dirigir la palabra a una mujer, en un paraje solitario sin que ella antes lo permita".
En lo que se refiere a las leyes de carácter diplomático o asuntos exteriores, las leyes indígenas no dejaban lugar a dudas, como en la Palma, en donde una ley ordenaba a matar a todos los que vinieran de fuera de la isla.

sábado, 23 de agosto de 2014

Indigenas Canarios

En el momento de la llegada de los conquistadores europeos, sobre el año 1402, la población indígena total, en las islas era de unos 90000 y los mayores índices de concentración poblacional se daban lógicamente en Gran Canaria y Tenerife.

Por lo tanto, era una`población numerosa si la comparamos con algunas regiones europeas, que en  este periodo ( desde 1350 hasta 1500 ) había disminuido de manera altamente, debido a la peste negra y  a la guerra de los 100 años que devastó estados como Francia.

Cuando los europeos llegaron la sociedad indígena ya llevaba más de 2000 años de desarrollo. Ésta era sólida, estable y muy activa, y contaba con un orden social muy regulado.
Desde el punto de vista piramidal, existían reyes, nobles, notables, soldados y aldeanos.

En Gran Canaria al rey lo llamaban Guanarteme y en Tenerife había dos capas de nobles de rango inferior al Mencey, los Achimencey y Cichiciquitzo. Su principal responsabilidad era la administración, la justicia y la defensa del territorio.

MULTIUD DE OFICIOS

La mayor parte de la población pertenecía al grupo Achicaxnas ( aldeanos ) que se dedicaban a multitud de oficios: pastores, artesanos, agricultores, soldados, sacerdotes, curadores,pescadores, etc. etc..

Respecto a los oficios, Leonardo Torriani ( año 1588 ) nos cuenta que " los canarios tenían entre ellos oficiales de hacer casas, carpinteros, sogueros que trabajaban con yerbas y hojas de palma y preparaban pieles para vestidos "

REY NO, PERO SI NOBLE.

La pureza de la sangre entre la realeza era absoluta y para llegar a ser Mencey o Guanarteme se tenia que demostrar la pureza.
Se conocía la la posición social por el corte de pelo y la barba, y también por el tipo y color de vestido. En Gran Canaria los nobles tenían el cabello rubio dorado que les cubría las espaldas. Algunos se lo teñían con jugos de hierbas para que resultaran más dorados. En los vestidos de estos nobles predominaban los colores amarillos y rojo.

Cualquier hombre podía a llegar a ser noble. Para conseguirlo tenia que estar recomendado por otro noble y pasar por una ceremonia publica en donde tenia que demostrar su nobleza respondiendo a preguntas de otros nobles delante del pueblo.

No podía haber sido visto ni matando, ni robando, ni siendo deshonesto con alguna mujer. Tampoco les gustaba que, el aspirante a noble, haya sido visto preparando la comida con sus propias manos, este era considerado un signo de debilidad y de baja sociabilidad.

En este caso de que se demostrara que había infringido alguna de estas normas, era castigado, de  manera que se le cortaba el pelo y nunca podría ser mas que un achicaxna ( aldeano no noble ).

jueves, 7 de agosto de 2014

El fogueo de Vallehermoso

Brigada Francisco Mas, de la Guardia Civil de Vallehermoso


LA ACTITUD de defensa del status previo que el pueblo de Vallehermoso adoptó ante el golpe de Estado de 18 de julio de 1936 fue única y excepcional en Canarias, fruto de la conciencia que en el período previo republicano caracterizó a la clase trabajadora para evitar los abusos de la clase dominante en la isla de la Gomera, que al ver amenazadas las escasas conquistas alcanzadas en cuanto a condiciones de trabajo, decide evitar la sublevación militar contra el Gobierno de la II República. En la mañana del 18 de julio el delegado del Gobierno en la isla, el médico Antonio Macía, se comunica telefónicamente con el brigada de la Guardia Civil de Vallehermoso, Francisco Mas García conocer su opinión del golpe militar, contestándole su posición como guardia civil de defensa del Gobierno constitucional. Diferente fue la actitud del alférez jefe de Línea de la Guardia Civil de Hermigua, José Soler Boluda, apoyando la rebelión y facilitando fusiles a la Falange de la localidad, que se apresta a ser el municipio más afecto al golpe de Estado. Mas García, mientras tanto, recibía el apoyo de organizaciones obreras y civiles de Vallehermoso.
Cuando el 23 de julio desembarcan en San Sebastián de la Gomera efectivos de Infantería y Guardia Civil procedentes de Tenerife con la intención de someter la isla, el brigada Mas informa al alcalde accidental, Ramón Cabrera Bernal, "nosotros, haciendo honor a nuestra historia y en nuestro deber, defenderemos la legalidad republicana", según publican en 1986 Ricardo García Luis y Juan Manuel Torres Vera en Vallehermoso. El fogueo. Toma de conciencia popular, resistencia y represión (1930-1942), de Tagoror Ediciones, libro recomendable para conocer los antecedentes y circunstancias de la Guerra Civil y posterior represión en la Gomera, donde fueron claves los sucesos de Hermigua de 22 de marzo de 1933, que explican que este pueblo fuera el centro de la sublevación contra la República. Dicho día, con ocasión de una huelga general, fue herido el guardia civil José Garrote de Pedro, que sería luego nombrado comandante de puesto tras el golpe de Estado y proporcionaría apoyo a Falange.
El 23 de julio de 1936 los militares sublevados intentan convencer primero al médico de Vallehermoso, Tomás Bencomo, para que se una al golpe, negándose, y luego al brigada Mas, que insistió en su deber de defensa del Gobierno. El 24 de julio el alférez Soler Boluda se traslada desde Hermigua a Vallehermoso, adelantándose al Ejército, con la intención de conseguir la adhesión de Francisco Mas, que éste niega. Se produce sobre las diez de la mañana un fogueo contra el cuartel y el pueblo hasta que agotada la munición por parte de los sublevados optan por la retirada. Los guardias civiles dispararon al aire unas diez veces, sólo con el noble propósito del brigada Mas de que los sublevados no avanzaran para evitar muertes innecesarias.
El 25 de julio llegan a la isla más de cien nuevos soldados y varios guardias civiles al mando del teniente coronel de la Guardia Civil Isidro Cáceres Ponce de León, telefoneando al brigada Mas, quien le informó que cumplía con su deber, si bien se ponía a sus órdenes, ofreciéndole que sólo a él se le pidieran responsabilidades y no le pasara nada ni a paisanos ni a sus guardias, a lo que contestó el teniente coronel que así sería bajo palabra de honor. Isidro Cáceres entendió el honor promulgando un bando en el que amenaza con pasar por las armas a todo aquel que no denunciara los nombres de quienes se mantuvieron fieles a la legalidad constitucional. El honroso brigada de la Guardia Civil, para tantos y tantos orgullo y referente del Cuerpo, fue detenido por Isidro Cáceres y llevado a Santa Cruz de Tenerife, y tras un Consejo de Guerra que se inicia en el Cuartel de San Carlos el 19 de agosto de 1936, hace hoy 71 años, el 22 es condenado a muerte y el 27 fusilado por un piquete de guardias civiles al mando de un teniente en el Barranco del Hierro de Santa Cruz de Tenerife.





Los poderosos buscan protección, y hacia este fin se inician ávidas gestiones por parte de los munícipes para la pronta venida de la Guardia Civil; para utilizarla como medio coactivo de apaci­guamiento de las masas obreras y campesinas.


En la sesión del 9 de enero de 1933 aparece el tema que hará correr mucha tinta en las actas posteriores, se trata de un acuerdo por el que se «solicita de la Superioridad la creación de un Puesto de la Guardia Civil, a cuyo fin la Corporación facilitará Casa-Cuartel en debidas condiciones, asistencia facultativa, me­dicamentos y todo cuanto se precise; autorizándose al Sr. Alcalde para que gestione el alquiler de una casa que reúna las condiciones necesarias».


Y en la sesión del 24 de enero de 1933, última del Ayunta­miento presidido por Olivier Méndez García, puesto que a partir de esa fecha y hasta las nuevas elecciones municipales se hará cargo del Ayuntamiento una Gestora, se vuelve a tocar el tema de la Guardia Civil: «Se acuerda que se expida copia certificada del acuerdo tomado con fecha 18 de marzo de 1926, y 9 de enero del corriente año, en solicitud de la Creación de un Puesto de la Guar­dia Civil en este pueblo al Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación».


Es curioso constatar la urgencia y reiteración con que solici­tan las fuerzas de derecha la creación de tal Puesto. El auge que ha ido adquiriendo la Federación Obrera y la politización creciente de los antaño sumisos jornaleros atemoriza al caciquismo, que ve en la Guardia Civil uno de los baluartes para seguir manteniendo su protagonismo y poder total.


MUNICIPALES DE VALLEHERMOSO: TRIUNFO SOCIALISTA
 
Víctor Cabrera, alcalde socialistaVíctor Cabrera, alcalde socialista


Pero hablemos de las elecciones municipales de 1933, en relato de Víctor Cabrera: «Entonces se dictó un Decreto anu­lando aquellas elecciones del Artículo 29 -en el año 1933- y se crearon las Comisiones Gestoras en todos esos Ayuntamien­tos, y se convocó elecciones para el mes de abril. A esas elec­ciones nosotros concurrimos, ya sí, a conquistar la mayoría en el Ayuntamiento. Aquí la lucha social se desarrolló normalmente; realmente no hubo esa cosa de mucha tirantez ni nada realmente, no. Ellos sí, trataban muchas veces de hacer al­gunas cosas, trataban de traer la guardia civil y todo eso. In­clusive, cuando la Comisión Gestora, enseguida ellos querían establecer aquí el cuartel de la Guardia Civil con el objeto de amedrentar y tener a su servicio una fuerza represiva que en cualquier momento pudiera servirles».


Y veamos el desarrollo de la votación: «Vallehermoso esta­ba dividido en cuatro distritos, que eran: el casco con Tamargada y Arguamul; el Alto Ingenio, que comprendía todo el Ingenio, Macayo, Alojera y Tazo; después estaba El Cerca­do; y el resto de Chipude, La Dama y La Rajita. Se elegían los cuatro primeros, porque eran 14 concejales: se elegían cuatro concejales en cada uno, y en El Cercado se elegían dos».


Y los resultados: «En el distrito del Ingenio fuimos al copo y sacamos los cuatro concejales; el de aquí del pueblo saca­mos la mayoría, tres; en Chipude no sacamos ninguno, ellos fueron al copo ahí; pero nosotros ganamos, sacamos uno en El Cercado, que pudimos haber sacado los dos, pero tuvimos un error, porque nosotros tuvimos 120 votos y ellos no tuvie­ron más que 50, si nosotros hubiéramos ido al copo pues hubiéramos sacado los dos, pero no fuimos. En total se alcanzó la mayoría en el Ayuntamiento».


Es necesario resaltar la 'singularidad' de que Vallehermoso es el único municipio de La Gomera donde ganan los socialistas; y en la Provincia sólo se dieron similares resultados en el Puerto de la Cruz (Tenerife) y Tazacorte (La Palma).
Para reafirmar la fuerza de los socialistas en Vallehermoso, destacar que en las elecciones Generales de noviembre de 1933 ganan los radicales (republicanos de derecha) en todos los muni­cipios a excepción de Vallehermoso, donde se alzan los socialistas con la victoria.


Tras elecciones celebradas el 23 de abril de 1933, la candi­datura municipal de izquierda vence en los comicios, y se inaugura el nuevo Ayuntamiento con una sesión celebrada el 10 de mayo de 1933. Asisten los Concejales: José Perdomo Bello, Juan León Suárez, Víctor Cabrera Armenteros, Ramón Cabrera Bernal, Antonio Hernández Marcel, Matías Medina Cabrera, Manuel León Plasencia y Domingo Serafín Barrera (mayoría socialista) y Olivier Méndez García, Isaac Aníbal Trujillo Fariña, Elías Mendoza Navarro. Abraham Trujillo Salazar, Josefa Cabrera García y Antonio Negrín Serafín (radicales de derecha). «Se procede a la elección de Alcalde-Presidente, resultando electo Víctor Cabrera Armenteros que obtuvo 8 votos y 6 papeletas en blanco».


Sobre la operatividad del Ayuntamiento socialista, nos dice Víctor Cabrera: «Se podía hacer poca labor desde la alcaldía en aquel entonces, porque con la legislación que había casi no podía uno desenvolverse; tenía que estar, a mi también me correspondió ocupar un puesto de Consejero del Cabildo, pero tuve tan mala suerte que tampoco podía desenvolver ninguna actividad porque como los demás eran del otro lado, así no tuve... así estuvimos hasta el año 1934».


ACUERDOS MUNICIPALES SOCIALISTAS


En la sesión del 18 de mayo de 1933 se toma el siguiente acuerdo: «Vista instancia que suscribe José Albelo y Albelo se acuerda nombrarle Secretario interino, con el 'voto en contra' de los Concejales Trujillo Salazar, Negrín Serafín y Trujillo Fariña». Este acuerdo se suscribe para intentar desplazar a José Miguel García Cabrera, connotado elemento de la derecha de Vallehermoso, de la Secretaría del Ayuntamiento.


En la sesión de 25 de mayo de 1933, «en virtud de solicitud de la Federación Obrera de este pueblo y con el fin de remediar en parte el paro forzoso se acuerda dirigir escrito al Ministerio de Obras Públicas y a la Junta Administrativa de esta Provincia en súplica para que se saque a subasta las obras del trozo 7° de la carretera general».


Se buscaba, a toda costa, la creación de puestos de trabajo. La construcción de la carretera, amen de una necesidad vital, lo era más aún para remediar la situación crítica de numerosas fami­lias obreras.


En la sesión de 1 de junio de 1933, se realizan cambios en los nombres de algunas calles: «Por la Presidencia se presenta una razonada exposición en el sentido de que la plaza de Rodriguez Lázaro se denomine de Fermín Galán; la calle de Villasegura, de García Hernández; la llamada Alfonso XIII, se nombre Pablo Igle­sias, y que la calle y plaza de la Iglesia se denominen de la Repú­blica. Así se acuerda por unánime parecer».


SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS DE HERMIGUA


El día 5 de junio de 1933 se celebra una sesión signada por los Sucesos de Hermigua: «La Alcaldía explica la proposición que ha dado lugar a esta sesión en el sentido de que con motivo de los Sucesos de Hermigua, por los que se hallan encartados varias personas y en cuyo sumario interviene el fuero de Guerra, corres­pondiendo entender a los tribunales ordinarios, propone se solici­te por la Corporación Municipal al Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros, Ministro de Justicia y Gobernador Militar de esta Provincia y Juez Instructor de dicho sumario, se inhiba el Fuero Militara favor de los tribunales ordinarios conforme deter­mina la disposición de 27 de agosto de 1932. Puesta a votación la proposición de la Presidencia se acuerda conforme se propone 'votando en contra' del mismo el Concejal Elías Mendoza Nava­rro, por creer que lo que se solicita corresponde hacerlo a los tribunales».


SUSPENSIÓN GUBERNATIVA DEL AYUNTAMIENTO SOCIALISTA


El Ayuntamiento socialista comienza a ser desplazado, según nos cuenta Víctor Cabrera: «Después vino el 34, en septiembre ya -antes de la Revolución de Octubre-, a mi me destituyeron de Alcalde, y nombraron a un Delegado Gubernativo Enton­ces aquí ya las funciones de Alcalde, que eran las funciones de orden público y todo eso, venían únicamente como Presidente del Ayuntamiento. Es que esa norma se siguió por el Gobierno Radical, aquél que hubo después del año 33, pues siguieron la norma de que donde quiera que había un Ayuntamiento de izquierda o socialista' le nombraban un Delegado Gubernati­vo».


El Ayuntamiento presidido por Víctor Cabrera Armenteros, elegido por votación popular, finaliza su gestión -no por propia voluntad- con una sesión que se celebra el día 4 de octubre de 1934, en la que se «estudia el Presupuesto de Gastos e Ingresos».


El Ayuntamiento de Vallehermoso queda 'suspendido gu­bernativamente’. Esta medida se tomó a raíz de la Revolución de Asturias (Octubre de 1934):« Vino la Guardia Civil y ocupó el Ayuntamiento y nos echaron a nosotros; entonces ya nombra­ron Ayuntamiento de la otra parte.


Olivier Méndez García comenta: «Con la República empe­zó el comunismo, años 33 y 34, ese Largo Caballero era co­munista. Estaban entregados a Rusia toda esa gente, la ola era favorable a ellos. Hasta que vino, después, lo que tenía que venir, el golpe de Franco. Cuando los pueblos se ven opri­midos tienen que sacudir la cabeza». Y sobre su facción política (del momento): »Aquí nunca hubieron republicanos destaca­dos. Como venían las cosas de allá... Yo tenia buenos amigos atando la República en Santa Cruz».


CLAUSURA DE LA FEDERACIÓN OBRERA


FEDERACIÓN OBRERA DE VALLEHERMOSO (tras un día de trabajo). De arriba a abajo, y de Izquierda a derecba: EMILIO MENDOZA// JUANILLO 'el Huérfano', FRANCISCO AMAYA, SALVADOR VENTURA, MANUEL MÉNDEZ PRIETO, EMILIO PALMERO'/ MANUEL PALMERO HERNÁNDEZ, EUGENIO MÉNDEZ, VÍCTOR CABRERA ARMENTEROS, ANTONIO DAMAS 'Cubano', MANUEL NEGRÍN, MANUEL MORA ASCANIO, ANTONIO PALMERO LEÓN, DOMINGO LEÓN MARICHAL//MANUEL FERRER HERNÁNDEZ 'el mudo', DANIEL FELIPE VENTURA, SEBASTIÁN MARICHAL RAMOS, JUAN HERNÁNDEZ LEÓN, MARIANO PLASENCIA RODRÍGUEZ, RAMÓN MEDINA, PEDRO SUÁREZ HERNÁNDEZ, EUGENIO PADRÓN// VICTORIANO PALMERO, NICOLÁS PRIETO VENTURA, DANIEL RAMOS VENTURA, MANUEL FELIPE VENTURA. (Foto de Gl Cabrera Bernal).FEDERACIÓN OBRERA DE VALLEHERMOSO (tras un día de trabajo). De arriba a abajo, y de Izquierda a derecba: EMILIO MENDOZA// JUANILLO 'el Huérfano', FRANCISCO AMAYA, SALVADOR VENTURA, MANUEL MÉNDEZ PRIETO, EMILIO PALMERO'/ MANUEL PALMERO HERNÁNDEZ, EUGENIO MÉNDEZ, VÍCTOR CABRERA ARMENTEROS, ANTONIO DAMAS 'Cubano', MANUEL NEGRÍN, MANUEL MORA ASCANIO, ANTONIO PALMERO LEÓN, DOMINGO LEÓN MARICHAL//MANUEL FERRER HERNÁNDEZ 'el mudo', DANIEL FELIPE VENTURA, SEBASTIÁN MARICHAL RAMOS, JUAN HERNÁNDEZ LEÓN, MARIANO PLASENCIA RODRÍGUEZ, RAMÓN MEDINA, PEDRO SUÁREZ HERNÁNDEZ, EUGENIO PADRÓN// VICTORIANO PALMERO, NICOLÁS PRIETO VENTURA, DANIEL RAMOS VENTURA, MANUEL FELIPE VENTURA. (Foto de Gl Cabrera Bernal).


No sólo se expulsó a los socialistas del Ayuntamiento sino que se 'clausuró' la Federación Obrera de Vallehermoso.
De los detalles de esta arbitrariedad, se nos habla en el semanario ESPARTAC0 n° 239: «Clausura llevada a cabo en las más extrañas condiciones, pues aún no sabemos que autoridad superior dio la orden de clausura. El hecho fue que el día 29 de octubre de 1934 se presentó en este pueblo una pareja de la Guar­dia Civil, llamando al Secretario de la Federación, al cual dijo que traía una orden de clausurarla, sin mostrar la orden a que aludía, procediendo seguidamente a cerrar las puertas y sellarlas», y hace constar lo siguiente: «En casi todos los pueblos de la isla (La Gomera) existen organizaciones obreras. ¿Por que se clausura so­lamente la de Vallehermoso?».


A pesar de ese 'castigo' las actividades no se paralizaron: «Clausuraron la Federación Obrera. Pero bueno, nosotros se­guimos funcionando, es decir nosotros teníamos una multico­pista para todas nuestras cosas, después los muchachos se ocuparon de ocultarla, que por más que la buscaron no dieron con ella. Hubo un poco de represión y todo lo demás. Nosotros, como es natural, la Directiva, muchas veces nos reunía­mos en la puerta de la iglesia. Y claro, la cosa económica si­guió funcionando y nosotros teníamos el servicio médico para todos los trabajadores».


Los dirigentes de la Federación Obrera se quejan pública­mente, en ESPARTACO, de la clausura de sus locales, y en nota fechada el 12 de marzo de 1935, exponen: «Por tres veces nos hemos dirigido al Excmo. Sr. Gobernador Civil (Emilio Malboysson Ponce) de la Provincia para que sean abiertos los locales de la Federación Obrera de Vallehermoso y nuestra petición ha sido desoída, por lo que hoy exponemos los hechos a la consideración de la opinión».
 

martes, 5 de agosto de 2014

Una Patriota

La recuperación de los cadáveres y la reivindicación de la memoria de los que cayeron en combate o fueron asesinados en la brutal represión que se desató es, por supuesto, necesaria. Pero el movimiento tiene también que preocuparse de los que, habiendo sobrevivido, fueron borrados por completo de la historia de su pueblo, en el intento de que las generaciones futuras no supieran de su existencia, de las ideas que tuvieron, de la lucha a la que se entregaron. Unos y otros forman parte de una historia que necesitamos recordar, sobre todo, para comprender. Y necesitamos comprender el pasado, sobre todo, para comprender el actual momento histórico desde la perspectiva de la historia del siglo XX; rendir homenaje a los que murieron pero, principalmente, a la lucha que dejaron inconclusa; aprender de la historia para transformar el presente, una idea que la mayoría de los historiadores lamentablemente olvidaron hace ya mucho tiempo.

Isabel González fue uno de esos personajes que tuvieron la suerte de sobrevivir físicamente a aquellos años negros de represión y muerte; unos años en los que el fascismo intentó aniquilar a todos los que, de una u otra forma, habían osado rebelarse contra las montañas que oprimían al pueblo: la opresión semifeudal y semicolonial, el capitalismo burocrático y el régimen caciquil. Sobrevivió físicamente, es cierto, pero fue prácticamente borrada de la historia del pueblo por el cual luchó. Así que son muy pocos –y menos aún entre los jóvenes- los que hoy en día recuerdan y comprenden quién fue aquella mujer canaria que llamaban Azucena Roja.

Isabel González González nace en Santa Cruz de Tenerife en torno a 1890. Era hija natural de la también santacrucera Rosario González González. A los pocos años, madre e hija emigran a Cuba. Allí consiguen reunir un pequeño capital con el que a su regreso a Tenerife montan en el Puerto de la Cruz una tienda de telas, joyas, etc. En esa ciudad, Isabel González se casaría con el zapatero portuense Aurelio Perdigón Méndez. Luego el matrimonio se traslada a Santa Cruz, donde se instalan en la casa de la madre de Isabel, en la calle Horacio Nelson. Allí viviría Isabel toda su vida, salvo los años de la clandestinidad que vinieron tras el golpe de Estado de 1936. Tuvieron dos hijas: Ligia –que falleció al poco tiempo de tosferina- y Electra, cuyo particular nombre se debe a la obra teatral de Benito Pérez Galdós, que fue siempre uno de los escritores preferidos de Isabel. La juventud de Isabel y Aurelio fue relativamente desahogada. Él tenía una zapatería en Santa Cruz y ella montó en su casa un taller de costura, que tuvo cierto éxito. Isabel era una experta costurera y llegó a tener cuatro o cinco mujeres cosiendo en el pequeño taller doméstico que instaló en su domicilio. Fue una mujer autodidacta; apenas pasó por la escuela.

Comenzó su vida política militando en el recién fundado PSOE, donde dirigió toda su energía a la incorporación de la mujer obrera a la lucha política. Para ella, la liberación de la mujer no podía desligarse de la lucha por una sociedad socialista que emancipara a las clases populares, mujeres y hombres, de la opresión a que estaban sometidos. Para movilizar políticamente a las obreras de Tenerife se constituye en 1919 la Liga Femenina Socialista, cuya presidencia recae precisamente en Isabel González.

En una época en la que las mujeres en España se hallaban completamente marginadas de cualquier actividad política y no tenían siquiera derecho al voto, los discursos y artículos combativos de Isabel debieron ocasionar, en la atrasada sociedad insular de aquellos años, una gran conmoción y no pocas incomprensiones. Pero al poco tiempo, su popularidad entre los sectores obreros de la isla llegó a ser muy grande. Desde la aparición de El Socialista, en 1919, fueron pocos los números del órgano de expresión de los socialistas tinerfeños que no incluyeran un apasionado artículo de Azucena Roja. Su temática casi siempre derivaba a la misma cuestión: el papel fundamental que había de jugar la mujer de la clase trabajadora en la nueva época que comenzaba y la necesidad de que se produjera su incorporación activa a ese proceso de profundas transformaciones.

Aunque no desarrolló elevados análisis políticos, Isabel González fue la primera persona en el Archipiélago que adquirió una clara conciencia de la nueva era en la que entraba el mundo con el triunfo de la Revolución de Octubre. Sin haber leído a los clásicos del marxismo, acogió las nuevas ideas que venían de Rusia con una pasión revolucionaria de la que carecían la mayoría de los dirigentes socialistas de Tenerife. A los pocos años de la fundación del partido en la isla se hizo patente que sus jefes, de extracción burguesa, no estaban dispuestos a convertirse en verdaderos revolucionarios. En ese momento asumió la tarea de seguir el camino de los rusos, desarrollando la lucha de dos líneas y constituyendo en 1921 una pequeña fracción roja que, controlando momentáneamente las páginas de El Socialista, pugnaría por la constitución del partido comunista. Había llegado el momento de abandonar el reformismo y pasar a una estrategia política realmente revolucionaria, que no podía ser otra que el marxismo-leninismo. Sin embargo, las condiciones del momento impidieron que el pequeño grupo de Azucena Roja se desarrollara y arraigara entre la clase obrera. Hubo que esperar, por tanto, algún tiempo hasta que la situación revolucionaria que vivió el país durante los años treinta ofreciera a la primera comunista de Canarias una oportunidad de jugar sus cartas.

En el contexto de conflictividad creciente que se vivió en esos años y mientras la crisis económica iba golpeando cada vez más a los trabajadores de Canarias, se van a ir configurando en las islas grupos comunistas independientes. Los de Tenerife se aglutinarían, por supuesto, alrededor de la popular Isabel González, mientras que las otras islas contaban con las figuras de José Suárez Cabral (Gran Canaria), José Miguel Pérez (La Palma) y el gran comunista Guillermo Ascanio (La Gomera). En 1933 tiene lugar en Las Palmas un Congreso de Unificación de todos estos grupos, dando lugar a la definitiva constitución en Canarias del Partido Comunista de España, doce años después de la lucha comenzada en Tenerife por Azucena Roja para su constitución.

En la etapa republicana publicó numerosos artículos periodísticos en la prensa comunista. En ellos critica el gobierno antipopular de socialistas y republicanos al tiempo que se denuncia el carácter reaccionario de la propia República, un régimen que los comunistas españoles consideraban como una dictadura burguesa y terrateniente que reforzaba la opresión semifeudal en el campo y la dependencia económica del capital extranjero. También llama a los obreros a la lucha contra el imperialismo y sus planes bélicos, critica la hipocresía y religiosidad de las mujeres de la burguesía, etc.

De la actuación de Isabel González en esta etapa sabemos que organizó el grupo “Claridad Feminista”, continuando de esta forma su lucha por la incorporación de la mujer trabajadora a la lucha política revolucionaria.

Llegó a formar parte de una primera candidatura comunista a las Cortes en las elecciones de noviembre de 1933, junto a Guillermo Ascanio, José Miguel Pérez y Rizal Pérez. Sin embargo, el Partido optaría finalmente por presentarse en coalición con otras fuerzas, quedando Azucena Roja fuera de una candidatura popular que, finalmente, sería derrotada por el entramado caciquil de propietarios semifeudales y burgueses.

En 1935 viaja por fin a la Unión Soviética, de la que siempre fue una ferviente admiradora. Formaba parte de una delegación de obreros que se desplazó al país de los soviets para asistir a las celebraciones del primero de Mayo. Aprovechando el viaje, pasaría algún tiempo en un sanatorio soviético en Yalta para curarse de una cistitis que padecía. Las crónicas que envió desde las URSS al periódico Espartaco reflejan claramente la intensa emoción que vivió Isabel en ese viaje, que se prolongaría varios meses.

Tras su regreso a las Islas y a raíz del triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, es nombrada por el Gobernador Vázquez Moro concejala del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en representación del PCE. Al tomar posesión del cargo el 17 de marzo, Isabel González se convierte, por unos meses, en la primera concejala de la historia de Santa Cruz de Tenerife.

Poco tiempo después tiene lugar el levantamiento de los militares para aplastar el movimiento popular que estaba poniendo en peligro la continuidad de la dominación social oligárquica. En Canarias supondrá la inmediata puesta en marcha de una feroz política represiva. Isabel tiene que pasar a la clandestinidad, cambiando frecuentemente de casa para evitar ser descubierta por las autoridades fascistas. De esta manera pasó cerca de 10 años escondida hasta que, por un indulto decretado en octubre de 1945, pudo reintegrarse a la vida legal sin ser procesada. Entonces volvió a su casa de la calle Horacio Nelson, donde continuó viviendo sola, retomando su trabajo de costurera. Nunca abandonó sus fuertes convicciones comunistas e incluso mantuvo, al parecer, una cierta actividad política clandestina, aunque ya no en primera fila. En 1968 una hemiplejía acabó con su vida cuanto tenía alrededor de 78 años. Perdíamos de esta manera a una de las mujeres más excepcionales de la historia de Canarias.