LA ACTITUD de defensa del status previo que el pueblo de Vallehermoso adoptó ante el golpe de Estado de 18 de julio de 1936 fue única y excepcional en Canarias, fruto de la conciencia que en el período previo republicano caracterizó a la clase trabajadora para evitar los abusos de la clase dominante en la isla de la Gomera, que al ver amenazadas las escasas conquistas alcanzadas en cuanto a condiciones de trabajo, decide evitar la sublevación militar contra el Gobierno de la II República. En la mañana del 18 de julio el delegado del Gobierno en la isla, el médico Antonio Macía, se comunica telefónicamente con el brigada de la Guardia Civil de Vallehermoso, Francisco Mas García conocer su opinión del golpe militar, contestándole su posición como guardia civil de defensa del Gobierno constitucional. Diferente fue la actitud del alférez jefe de Línea de la Guardia Civil de Hermigua, José Soler Boluda, apoyando la rebelión y facilitando fusiles a la Falange de la localidad, que se apresta a ser el municipio más afecto al golpe de Estado. Mas García, mientras tanto, recibía el apoyo de organizaciones obreras y civiles de Vallehermoso.
Cuando el 23 de julio desembarcan en San Sebastián de la Gomera efectivos de Infantería y Guardia Civil procedentes de Tenerife con la intención de someter la isla, el brigada Mas informa al alcalde accidental, Ramón Cabrera Bernal, "nosotros, haciendo honor a nuestra historia y en nuestro deber, defenderemos la legalidad republicana", según publican en 1986 Ricardo García Luis y Juan Manuel Torres Vera en Vallehermoso. El fogueo. Toma de conciencia popular, resistencia y represión (1930-1942), de Tagoror Ediciones, libro recomendable para conocer los antecedentes y circunstancias de la Guerra Civil y posterior represión en la Gomera, donde fueron claves los sucesos de Hermigua de 22 de marzo de 1933, que explican que este pueblo fuera el centro de la sublevación contra la República. Dicho día, con ocasión de una huelga general, fue herido el guardia civil José Garrote de Pedro, que sería luego nombrado comandante de puesto tras el golpe de Estado y proporcionaría apoyo a Falange.
El 23 de julio de 1936 los militares sublevados intentan convencer primero al médico de Vallehermoso, Tomás Bencomo, para que se una al golpe, negándose, y luego al brigada Mas, que insistió en su deber de defensa del Gobierno. El 24 de julio el alférez Soler Boluda se traslada desde Hermigua a Vallehermoso, adelantándose al Ejército, con la intención de conseguir la adhesión de Francisco Mas, que éste niega. Se produce sobre las diez de la mañana un fogueo contra el cuartel y el pueblo hasta que agotada la munición por parte de los sublevados optan por la retirada. Los guardias civiles dispararon al aire unas diez veces, sólo con el noble propósito del brigada Mas de que los sublevados no avanzaran para evitar muertes innecesarias.
El 25 de julio llegan a la isla más de cien nuevos soldados y varios guardias civiles al mando del teniente coronel de la Guardia Civil Isidro Cáceres Ponce de León, telefoneando al brigada Mas, quien le informó que cumplía con su deber, si bien se ponía a sus órdenes, ofreciéndole que sólo a él se le pidieran responsabilidades y no le pasara nada ni a paisanos ni a sus guardias, a lo que contestó el teniente coronel que así sería bajo palabra de honor. Isidro Cáceres entendió el honor promulgando un bando en el que amenaza con pasar por las armas a todo aquel que no denunciara los nombres de quienes se mantuvieron fieles a la legalidad constitucional. El honroso brigada de la Guardia Civil, para tantos y tantos orgullo y referente del Cuerpo, fue detenido por Isidro Cáceres y llevado a Santa Cruz de Tenerife, y tras un Consejo de Guerra que se inicia en el Cuartel de San Carlos el 19 de agosto de 1936, hace hoy 71 años, el 22 es condenado a muerte y el 27 fusilado por un piquete de guardias civiles al mando de un teniente en el Barranco del Hierro de Santa Cruz de Tenerife.
Los poderosos buscan protección, y hacia este fin se inician ávidas gestiones por parte de los munícipes para la pronta venida de la Guardia Civil; para utilizarla como medio coactivo de apaciguamiento de las masas obreras y campesinas.
En la sesión del 9 de enero de 1933 aparece el tema que hará correr mucha tinta en las actas posteriores, se trata de un acuerdo por el que se «solicita de la Superioridad la creación de un Puesto de la Guardia Civil, a cuyo fin la Corporación facilitará Casa-Cuartel en debidas condiciones, asistencia facultativa, medicamentos y todo cuanto se precise; autorizándose al Sr. Alcalde para que gestione el alquiler de una casa que reúna las condiciones necesarias».
Y en la sesión del 24 de enero de 1933, última del Ayuntamiento presidido por Olivier Méndez García, puesto que a partir de esa fecha y hasta las nuevas elecciones municipales se hará cargo del Ayuntamiento una Gestora, se vuelve a tocar el tema de la Guardia Civil: «Se acuerda que se expida copia certificada del acuerdo tomado con fecha 18 de marzo de 1926, y 9 de enero del corriente año, en solicitud de la Creación de un Puesto de la Guardia Civil en este pueblo al Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación».
Es curioso constatar la urgencia y reiteración con que solicitan las fuerzas de derecha la creación de tal Puesto. El auge que ha ido adquiriendo la Federación Obrera y la politización creciente de los antaño sumisos jornaleros atemoriza al caciquismo, que ve en la Guardia Civil uno de los baluartes para seguir manteniendo su protagonismo y poder total.
MUNICIPALES DE VALLEHERMOSO: TRIUNFO SOCIALISTA
Pero hablemos de las elecciones municipales de 1933, en relato de Víctor Cabrera: «Entonces se dictó un Decreto anulando aquellas elecciones del Artículo 29 -en el año 1933- y se crearon las Comisiones Gestoras en todos esos Ayuntamientos, y se convocó elecciones para el mes de abril. A esas elecciones nosotros concurrimos, ya sí, a conquistar la mayoría en el Ayuntamiento. Aquí la lucha social se desarrolló normalmente; realmente no hubo esa cosa de mucha tirantez ni nada realmente, no. Ellos sí, trataban muchas veces de hacer algunas cosas, trataban de traer la guardia civil y todo eso. Inclusive, cuando la Comisión Gestora, enseguida ellos querían establecer aquí el cuartel de la Guardia Civil con el objeto de amedrentar y tener a su servicio una fuerza represiva que en cualquier momento pudiera servirles».
Y veamos el desarrollo de la votación: «Vallehermoso estaba dividido en cuatro distritos, que eran: el casco con Tamargada y Arguamul; el Alto Ingenio, que comprendía todo el Ingenio, Macayo, Alojera y Tazo; después estaba El Cercado; y el resto de Chipude, La Dama y La Rajita. Se elegían los cuatro primeros, porque eran 14 concejales: se elegían cuatro concejales en cada uno, y en El Cercado se elegían dos».
Y los resultados: «En el distrito del Ingenio fuimos al copo y sacamos los cuatro concejales; el de aquí del pueblo sacamos la mayoría, tres; en Chipude no sacamos ninguno, ellos fueron al copo ahí; pero nosotros ganamos, sacamos uno en El Cercado, que pudimos haber sacado los dos, pero tuvimos un error, porque nosotros tuvimos 120 votos y ellos no tuvieron más que 50, si nosotros hubiéramos ido al copo pues hubiéramos sacado los dos, pero no fuimos. En total se alcanzó la mayoría en el Ayuntamiento».
Es necesario resaltar la 'singularidad' de que Vallehermoso es el único municipio de La Gomera donde ganan los socialistas; y en la Provincia sólo se dieron similares resultados en el Puerto de la Cruz (Tenerife) y Tazacorte (La Palma).
Para reafirmar la fuerza de los socialistas en Vallehermoso, destacar que en las elecciones Generales de noviembre de 1933 ganan los radicales (republicanos de derecha) en todos los municipios a excepción de Vallehermoso, donde se alzan los socialistas con la victoria.
Tras elecciones celebradas el 23 de abril de 1933, la candidatura municipal de izquierda vence en los comicios, y se inaugura el nuevo Ayuntamiento con una sesión celebrada el 10 de mayo de 1933. Asisten los Concejales: José Perdomo Bello, Juan León Suárez, Víctor Cabrera Armenteros, Ramón Cabrera Bernal, Antonio Hernández Marcel, Matías Medina Cabrera, Manuel León Plasencia y Domingo Serafín Barrera (mayoría socialista) y Olivier Méndez García, Isaac Aníbal Trujillo Fariña, Elías Mendoza Navarro. Abraham Trujillo Salazar, Josefa Cabrera García y Antonio Negrín Serafín (radicales de derecha). «Se procede a la elección de Alcalde-Presidente, resultando electo Víctor Cabrera Armenteros que obtuvo 8 votos y 6 papeletas en blanco».
Sobre la operatividad del Ayuntamiento socialista, nos dice Víctor Cabrera: «Se podía hacer poca labor desde la alcaldía en aquel entonces, porque con la legislación que había casi no podía uno desenvolverse; tenía que estar, a mi también me correspondió ocupar un puesto de Consejero del Cabildo, pero tuve tan mala suerte que tampoco podía desenvolver ninguna actividad porque como los demás eran del otro lado, así no tuve... así estuvimos hasta el año 1934».
ACUERDOS MUNICIPALES SOCIALISTAS
En la sesión del 18 de mayo de 1933 se toma el siguiente acuerdo: «Vista instancia que suscribe José Albelo y Albelo se acuerda nombrarle Secretario interino, con el 'voto en contra' de los Concejales Trujillo Salazar, Negrín Serafín y Trujillo Fariña». Este acuerdo se suscribe para intentar desplazar a José Miguel García Cabrera, connotado elemento de la derecha de Vallehermoso, de la Secretaría del Ayuntamiento.
En la sesión de 25 de mayo de 1933, «en virtud de solicitud de la Federación Obrera de este pueblo y con el fin de remediar en parte el paro forzoso se acuerda dirigir escrito al Ministerio de Obras Públicas y a la Junta Administrativa de esta Provincia en súplica para que se saque a subasta las obras del trozo 7° de la carretera general».
Se buscaba, a toda costa, la creación de puestos de trabajo. La construcción de la carretera, amen de una necesidad vital, lo era más aún para remediar la situación crítica de numerosas familias obreras.
En la sesión de 1 de junio de 1933, se realizan cambios en los nombres de algunas calles: «Por la Presidencia se presenta una razonada exposición en el sentido de que la plaza de Rodriguez Lázaro se denomine de Fermín Galán; la calle de Villasegura, de García Hernández; la llamada Alfonso XIII, se nombre Pablo Iglesias, y que la calle y plaza de la Iglesia se denominen de la República. Así se acuerda por unánime parecer».
SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS DE HERMIGUA
El día 5 de junio de 1933 se celebra una sesión signada por los Sucesos de Hermigua: «La Alcaldía explica la proposición que ha dado lugar a esta sesión en el sentido de que con motivo de los Sucesos de Hermigua, por los que se hallan encartados varias personas y en cuyo sumario interviene el fuero de Guerra, correspondiendo entender a los tribunales ordinarios, propone se solicite por la Corporación Municipal al Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros, Ministro de Justicia y Gobernador Militar de esta Provincia y Juez Instructor de dicho sumario, se inhiba el Fuero Militara favor de los tribunales ordinarios conforme determina la disposición de 27 de agosto de 1932. Puesta a votación la proposición de la Presidencia se acuerda conforme se propone 'votando en contra' del mismo el Concejal Elías Mendoza Navarro, por creer que lo que se solicita corresponde hacerlo a los tribunales».
SUSPENSIÓN GUBERNATIVA DEL AYUNTAMIENTO SOCIALISTA
El Ayuntamiento socialista comienza a ser desplazado, según nos cuenta Víctor Cabrera: «Después vino el 34, en septiembre ya -antes de la Revolución de Octubre-, a mi me destituyeron de Alcalde, y nombraron a un Delegado Gubernativo Entonces aquí ya las funciones de Alcalde, que eran las funciones de orden público y todo eso, venían únicamente como Presidente del Ayuntamiento. Es que esa norma se siguió por el Gobierno Radical, aquél que hubo después del año 33, pues siguieron la norma de que donde quiera que había un Ayuntamiento de izquierda o socialista' le nombraban un Delegado Gubernativo».
El Ayuntamiento presidido por Víctor Cabrera Armenteros, elegido por votación popular, finaliza su gestión -no por propia voluntad- con una sesión que se celebra el día 4 de octubre de 1934, en la que se «estudia el Presupuesto de Gastos e Ingresos».
El Ayuntamiento de Vallehermoso queda 'suspendido gubernativamente’. Esta medida se tomó a raíz de la Revolución de Asturias (Octubre de 1934):« Vino la Guardia Civil y ocupó el Ayuntamiento y nos echaron a nosotros; entonces ya nombraron Ayuntamiento de la otra parte.
Olivier Méndez García comenta: «Con la República empezó el comunismo, años 33 y 34, ese Largo Caballero era comunista. Estaban entregados a Rusia toda esa gente, la ola era favorable a ellos. Hasta que vino, después, lo que tenía que venir, el golpe de Franco. Cuando los pueblos se ven oprimidos tienen que sacudir la cabeza». Y sobre su facción política (del momento): »Aquí nunca hubieron republicanos destacados. Como venían las cosas de allá... Yo tenia buenos amigos atando la República en Santa Cruz».
CLAUSURA DE LA FEDERACIÓN OBRERA
No sólo se expulsó a los socialistas del Ayuntamiento sino que se 'clausuró' la Federación Obrera de Vallehermoso.
De los detalles de esta arbitrariedad, se nos habla en el semanario ESPARTAC0 n° 239: «Clausura llevada a cabo en las más extrañas condiciones, pues aún no sabemos que autoridad superior dio la orden de clausura. El hecho fue que el día 29 de octubre de 1934 se presentó en este pueblo una pareja de la Guardia Civil, llamando al Secretario de la Federación, al cual dijo que traía una orden de clausurarla, sin mostrar la orden a que aludía, procediendo seguidamente a cerrar las puertas y sellarlas», y hace constar lo siguiente: «En casi todos los pueblos de la isla (La Gomera) existen organizaciones obreras. ¿Por que se clausura solamente la de Vallehermoso?».
A pesar de ese 'castigo' las actividades no se paralizaron: «Clausuraron la Federación Obrera. Pero bueno, nosotros seguimos funcionando, es decir nosotros teníamos una multicopista para todas nuestras cosas, después los muchachos se ocuparon de ocultarla, que por más que la buscaron no dieron con ella. Hubo un poco de represión y todo lo demás. Nosotros, como es natural, la Directiva, muchas veces nos reuníamos en la puerta de la iglesia. Y claro, la cosa económica siguió funcionando y nosotros teníamos el servicio médico para todos los trabajadores».
Los dirigentes de la Federación Obrera se quejan públicamente, en ESPARTACO, de la clausura de sus locales, y en nota fechada el 12 de marzo de 1935, exponen: «Por tres veces nos hemos dirigido al Excmo. Sr. Gobernador Civil (Emilio Malboysson Ponce) de la Provincia para que sean abiertos los locales de la Federación Obrera de Vallehermoso y nuestra petición ha sido desoída, por lo que hoy exponemos los hechos a la consideración de la opinión».
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