lunes, 1 de febrero de 2016

Blas Cabrera y Felipe


(Blas Cabrera y Felipe; Arrecife de Lanzarote, 1878 - Ciudad de México, 1945) Físico canario. Estudió el bachillerato en La Laguna y se licenció en ciencias físico-matemáticas en la Universidad de Madrid. En 1901 se doctoró con una tesis Sobre la variación diurna de la componente horizontal del viento, momento a partir del cual comenzó a investigar sobre las propiedades de los electrólitos, la resistencia de la manganina y sobre la variación de la resistencia del níquel y del hierro en el seno de un campo magnético, trabajos cuyos resultados fueron publicados en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química.
Pronto comentó a especializarse en el estudio de las propiedades magnéticas de la materia, tema al que dedicó prácticamente toda su vida de investigador. En 1905 obtuvo por oposición la cátedra de electricidad y magnetismo de la Universidad de Madrid. Algunos años después, en 1910, la Junta para Ampliación de Estudios creó el Laboratorio de Investigaciones Físicas, cuya dirección se le otorgó a Cabrera. Como director del laboratorio, contribuyó considerablemente a impulsar la investigación física en españa.
En 1912 obtuvo una pensión de la citada Junta para visitar diversos laboratorios de Europa y continuar sus investigaciones sobre el magnetismo. En mayo del citado año llegó a Zurich, donde trabajó en el laboratorio de física del Politécnico, que dirigía Peter Weiss. En este laboratorio realizó investigaciones sobre el magnetismo, en particular de magnetoquímica, en colaboración con Enrique Moles y Ormella.
Visitó, además, los laboratorios de física de las Universidades de Ginebra y Heidelberg y la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en París. A su regreso a España puso en práctica en el Laboratorio de Investigaciones Físicas las técnicas aprendidas en Zurich, con distintas variantes y perfeccionamientos, y continuó sus trabajos de magnetismo, muchos de ellos realizados en colaboración con el citado Moles, Arturo Duperier y otros investigadores.
Entre 1910 y 1934 Cabrera publicó alrededor de ciento diez trabajos. Contribuyó al conocimiento del campo magnético de Hund y Van Ulleck, estableció la ley que regula las variaciones que experimentan en el sistema periódico de los elementos los momentos magnéticos de los átomos de la familia del hierro ("curva de Cabrera"), y dio una interpretación teórica de la misma. Modificó además la ley de Curie-Weiss para las tierras raras, dedujo una ecuación para el momento magnético del átomo incluyendo el efecto de la temperatura y mejoró muchos dispositivos experimentales.

Además de su importante labor como investigador y como impulsor de la investigación teórico experimental en España, Cabrera desarrolló también una considerable tarea de introductor y difusor de las modernas teorías físicas. En 1908, en el Primer Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, Cabrera dio una conferencia sobre "La teoría de los electrones y la constitución de la materia". En esta conferencia explicó por primera vez en España el experimento de Michelson-Morley, hizo una crítica del "arrastre del éter", mostrando su contradicción con el experimento de Bradley y explicó la hipótesis de contracción de Lorentz-Fitzgerald y la significación de las ecuaciones de transformación de Lorentz.
En 1910, Cabrera ingresó en la Academia de Ciencias de Madrid pronunciando un discurso sobre "El éter y sus relaciones con la materia en reposo", en el que analizó la función que el concepto de éter desempeñaba en la física, sometiendo a crítica dicha noción; en 1912 publicó en la Revista de la Academia de Ciencias de Madrid un trabajo titulado "Principios fundamentales del análisis vectorial en el espacio de tres dimensiones y en el Universo de Minkowsky". En este artículo Cabrera expuso las bases de la teoría de la relatividad especial.
Este mismo año, 1912, Esteban Terradas publicó una reseña amplia del libro de Max von Laue titulado Das Relativitätsprincip, aparecido el año anterior. Con estos trabajos Cabrera y Terradas dieron a conocer en España la teoría de la relatividad especial. Años después, en 1923, el propio Cabrera publicó un libro tituladoPrincipios de relatividad, dedicado a la relatividad especial y general.
La labor de Cabrera y de otros científicos, como Miguel Ángel Catalán y Julio Palacios, impulsó la creación en 1932 del Instituto Nacional de Física y Química, con la ayuda de una donación de la Fundación Rockefeller, instituto del que más tarde sería nombrado director. Además de los diversos congresos y reuniones científicas internacionales en los que participó como delegado de España. Cabrera era miembro de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (de la que fue secretario general), miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de París y, desde 1928, formaba parte del Consejo científico del Instituto Internacional de Física Solvay (la propuesta fue hecha por Marie Curie y Albert Einstein).
En España fue rector de la Universidad de Madrid, presidente de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, miembro de la Sociedad Española de Física y Química y miembro (desde 1936) de la Academia Española. Tras la guerra civil, Cabrera, como tantos otros científicos españoles, tuvo que exiliarse y se trasladó a México donde, desde 1941 hasta su muerte fue profesor de la universidad de la capital.

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