Alfred Adler considera que el complejo de inferioridad es una percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.
Con más detalle puede describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y el psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobrecompensarlo.
¿Como surgue este complejo?
En ocasiones, surge como consecuencia de haber sufrido un fracaso, de carácter amoroso, profesional, académico, familiar, etc. La forma de reaccionar ante un fracaso en ocasiones es tan negativa que puede llegar a afectarnos durante largo tiempo y crearnos un complejo difícil de superar.
También puede surgir cuando se vive en un ambiente familiar destructivo donde el rechazo hacia los hijos queda patente, donde se castiga y regaña injustamente y donde en vez de valorar se ridiculiza y se humilla. Esto hace que estos niños crezcan como personas que no se aceptan a sí mismas y se infravaloran.
Sintomas de las personas que tienen complejo de inferioridad
Los síntomas más frecuentes de las personas con complejo de inferioridad son:
Personas que se sienten insignificantes,
- Están convencidas de que poseen grandes limitaciones.
- Sienten envidia hacia los demás, se seinten fracasados.
- Tienden a apartarse y huir de la mayoría de las personas.
- Por lo general, suelen abusar de su autoridad
- Suelen destacar los defectos de otras personas
¿Como superarlo?
Es muy importante tener una actitud activa de superación de la realidad presente a favor de otra mejor. Una actitud activa y un afán de superación contribuyen a superar el complejo de inferioridad. Todo depende de nuestra reacción.
Hay que realizar continuos esfuerzos por conseguirlo.
No podemos compararnos con los demás, ni pensar que son mejores que nosotros. .
No podemos valorarnos por debajo de lo que realmente somos, no viendo nuestras virtudes y destacando nuestros defectos, ni ser excesivamente crítico con nosotros.
Cuando conseguimos algo no podemos pensar que no nos lo merecemos ni que ha sido por casualidad o puro azar y pensar que hemos luchado por ello y nos lo merecemos.
Debemos ser conscientes de nuestras limitaciones reales y no proponernos objetivos imposibles de alcanzar.
La actitud de los padres es fundamental para que los hijos superen este complejo o no lleguen a tenerlo. Por ello, los padres siempre deben mostrar afecto hacia sus hijos, reconocerles aquello que hacen bien, reforzarles los comportamientos positivos, prestarles atención y escucharles siempre con paciencia.
TIPOS DE INFERIORIDAD
Inferioridad de Organo
Son las inferioridades físicas que se pueden compensar desarrollando otras destrezas, pero no todas las personas son capaces de compensarlo y la sociedad lo aisla.
Inferioridades psicológicas.
Sucede cuando a una persona le dicen que es tonta, fea o la comparan, y aunque realmente no es así esa persona creerá que si es verdad. La forma de compensarlo podrá ser siendo mejor en otro aspecto aunque se siga sintiendo inferior.
Inferioridad natural de los niños.
Todos los niños son debiles y desean crecer y ser mas grandes y fuertes lo superan cuando crecen. Si la persona se siente agobiado por alguna inferioridad crea neurosis, lo que lo hará timido, obediente y cobarde, bucará a personas que le diga lo que vale para afrontar esa inseguridad.
Finalmente muchas de las personas canalizan sus complejos de inferioridad, tratando de rescatar lo positivo en ellos. El Complejo de Superioridad es un mecanismo inconsciente que resalta cualidades en las que sobresalen.
Y este, pequeño, extracto definen sobre todo a gente de mi ámbito familiar, que no soportan en su miserable vida, que los propios del entorno o su entorno, alcancen cuotas de banalidad, que para ellos es súper importante y que para mi desde un ámbito, más objetivo es eso banalidad.
Dan pena y a la vez tristeza, pues son tan vacíos que tienen que ver el aplauso fácil de sus parroquianos, para alimentar ese ego, tan endeble que sostienen. Pobres diablos.
Y la verdad y lo mejor ya que me los he quitado de encima, a pesar de haberme puesto a los pies de los caballos, es una lastima pues no lo han conseguido, algunos con unas faltas tremendas de expresión, ortográficas y sobretodo de cobardía, pues lanzan la piedra y esconden la mano.
Y yo esas pequeñas cuotas de banalidad, sus pequeños triunfos me alegro, enserio.
Nunca he utilizado, redes populares o de seguimiento, para buscar vanagloria, sólo mi modo expresión, mi critica y mi modo de ver las cosas.
En aspecto, personal no se me habría ocurrido atacar a nadie y menos a los mios. Cuando he atacado a alguien lo he hecho en plan fábula o cuento y a dolido, pero jamás a los mios. Menos mal que en la redes popular por excelencia, no tengo a ninguno.
"La gente odia lo que no entiende. Sé su héroe. Se su ángel, su monumento, sé todo lo que necesiten que seas... o no seas nada. No le debes nada a este mundo. Nunca lo has hecho."
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