En las cálidas tardes de verano, cuando el alisio, deja de soplar se hacen las tardes sudorosas, monótonas que tan solo de este maldito bochorno te quita o aplaca el ventilador.
Echar la vista atrás esa fatalidad, que dentro de mi nace, sin esfuerzo alguno, con sonidos musicales de fondo que te hacen retroceder, tantas lunas y soles, lo que pudo ser y no fue, la decisión, fatídica en cualquier momento o acertada en alguna vez me equivoque y acerte.
Hoy pasado el umbral de los 50 años muchas veces vacío, lo menos que tengo es una crisis de identidad, los más una crisis de......tantas cosas y es que muchas cosas no hay materia que pueda comprar los sentimientos, ni el tiempo cicatriza nada, cicatrices están, en el alma, esa que no tienen puntos de sutura, que no tienen, ungüentos, mágicos, nos pasamos intentado, con lo material llenar nuestra pobre y desgraciada vida, cuando toda materia es efímera, pero pensamos que como somos materia, todo se resolverá con materia.
Que estupidez, jamas aplacaremos un sentimiento con algo material, no se aplacan con esas cosas, desnudos venimos, desnudos nos vamos.
No creo en Dios, ni pollabobadas varias, tu ruta esta marcada desde el minuto uno, si te salvas de una enfermedad es porque te toca, si no te toca, la vida es un tango y el que la baila es un machango.
Pero si creo, que ese mundo tan desconocido, a la vez tan feliz como doloroso de los sentimientos tiene un después, no me creo que existan jerarquías ni escalones, ya que lo que intentamos trasladar es este mundo, al otro y son tan diferentes, como la noche y el dia, que antagónicos necesarios uno sin el otro no es lo mismo. ¿ Acaso una flor sobrevive a una noche eterna ? ¿ acaso una coruja volaría de día? pues no, pero son diferentes estadios, lo que sobrevive es la sentimentalidad una vez después del fin.
Lo creo firmemente, la energía nunca se pierde.
Desde las antiguas civilizaciones se han creído en otras vidas, pero siempre los han preparado con cosas materiales. Cuando eso de este plano no hace falta.
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