Viendo pasar el tiempo.

Hace escasamente,  cuarenta años Santa Cruz de la Palma tenia esa vida que hoy le falta.
Agoniza lentamente y dolorosamente aquella que antaño,  fue para mucha gente de los campos,  dar ese salto de calidad de vida.
Aquéllos balcones llenos de flores de alegría,  que con aquéllas escasas ropas,  normalmente una muda o dos  para trabajar y otra para los dias de fiesta.
Calles llenas de vida,  risas y jolgorio.
Hoy yacen muertas o anónimamente,  que sólo se ve un haló de vida cuando llega los cruceros.
Aquéllas casa llenas de color, de vida hoy poco a poco se van deteriorando,  pues la escasez de recursos, el mantenimiento de esas moradas se ha hecho una losa muy pesada para sus propietarios.
Aquélla que tenia dos cines, dos teatros,  vanguardia en la cultura en el archipiélago poco a poco va perdiendo esa luz que tenia.
De ser bella en su juventud,  hoy queda esa belleza pero sus rasgos de deterioro y abandono se va reflejando en su rostro.  A su vez esa desesperación se refleja en sus hijos.