Timissiwin.
Hace años, por cuestiones del transcurso de la vida, aguanté y aguantó una situación de extorsión y represalias. Aún sacrificando mi felicidad.
La gente que está a mi alrededor me conoce sabe que doy todo lo que pueda y más por mi entorno, aún sacrificándose uno ya sea en el plano, laboral estabilidad emocional y estabilidad psicológica.
Lo que no permito, ni soporto son las extorsiones de nadie ni la admito por supuesto ni la práctico. Un hombre hace ya casi 50 años me enseñó a estar sólo en la vida y una mujer me enseño a ser autónomo.
No me hace falta nadie alrededor, siempre por mi sociabilidad y mi diálogo encuentra uno gente con las cuales puedes compartir inquietudes y experiencias.
Quien me conoce aún incluso cuando me fallan, l@s defiendo como las cicaras, abro las alas y protejo a los pollos del cernícalo.
Ahora bien que ninguno de esos pollos se me vire e intente extorsionar, descargar su frustración conmigo, porque en ese momento, lo dejó fuera.
Herman@s tengo y mis herman@s saben de que en este punto no me ando con chiquitas.
Yo soy y doy la cara hasta que me harto de poner la otra mejilla, si por un despiste, falta de cálculo cometo o cometemos un error e intenta la parte contraria echarme la culpa a mí, tiembla, porque ahí te quedas.
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