miércoles, 20 de abril de 2016

Todo se acaba.

Todo se acaba. 
Todo se acaba desde que alguien pone imposiciones, desde que alguien pone normas y sus fantasmas pasados, vienen a la actualidad.
Todo se acaba, desde que se hacen suposiciones de algo que no se ha dicho o hecho, sólo bajo la perspectiva de gente atravesada.






Porque si supones esa cosa y piensas de esa determinada manera, es que tú eres así.
Todo se acaba cuando, buscas o elabora algo tierno, cariñoso, con mucho amor y recibes un desplante o una mala contestación.
Todo se acaba, cuando ya sabes que hay una situación y piensan que tu pregunta es por burla, cuando es por preocupación.








Todo se acaba, porque ya los buenos días o buenas noches, van siendo más forzados, pues no sabes que sorpresa te encontrarás.
Todo se acaba porque a pesar de esforzarse para que la situación sea más agradable poner una sonrisa y decir no importa, no es correspondido.
Todo se acaba, simplemente porque con actitudes, te llevan al desasosiego.
Todo se acaba, porque ya la paciencia y la tolerancia no es lo mismo que en la juventud.
En una muerte anunciada, siempre todo se acaba.

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