Tres personas, en esta vida me llamaron Pedrito. Una papá. Otra Natividad, la otra una entrañable vecina, que veo muy de vez en cuando.
Hoy cuando la ví, se me llenó de alegría el corazón, ella me fue a tocar el brazo y yo me fundi en enorme abrazo lleno de ternura.
Aún recuerdo, a sus padres. El día que su madre murió, desde el cuarto de matrimonio, se oían los lamentos y los lloros, para mí un niño de apenas, siete años, quizás ocho fue impresionante.
Ella se le llenaron los ojos de lágrimas tras mi abrazo. Y le dije tranquila estoy bien.
Pedrito, tienes....que buscar alguien con quien compartir, no es bueno estar sólo.
Estos conceptos, tardaría un buen rato en explicar, que es una opción que es una búsqueda. No voy tratar de explicar que aún me ando buscando.
Hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas.
"No hay mal que por bien no venga". Por eso, disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe. Solo vive intensamente para ti y por ti.
Recuerda:
Antes de discutir... respira;
antes de hablar... escucha;
antes de escribir... piensa;
antes de herir... siente;
antes de rendirte... intenta;
antes de morir... vive.
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y a admirar sus cualidades.
William Shakespeare decía:
Siempre me siento feliz, ¿sabes porqué?. Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele.
Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte.
No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima.
Los gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón.
De entrada, es importante tomar conciencia de las consecuencias de no darnos tiempo para estar solos con nosotros mismos. El miedo a la soledad, es en realidad un miedo a enfrentar mis propias emociones y realidad interior. Quizá una mala relación conmigo mismo me lleva a huir de ese encuentro y entonces me aferro a las personas y me distraigo. Y con frecuencia, a eso le llamamos “enamoramiento”. Ir demasiado rápido de un vínculo a otro, es un mal escenario para empezar de nuevo en un contexto renovado.
La costumbre a veces socava a la autenticidad de las emociones, se nos olvida el derecho a una vida plena y feliz, y de ahí viene el que terminamos por conformarnos con experiencias que nos lastiman y nos dan una falsa sensación de pertenencia, de seguridad, de tener a alguien nefasto a quien toleramos por nuestra baja autoestima.
Cambiar los conceptos erróneos sobre el amor, puede ser muy difícil sin ayuda profesional, pero es fundamental entender algo antes de empezar de nuevo: el amor suma, no resta. El amor no trae lágrimas; esa visión dramática es una novela barata. Habla del apego, no del amor.
Cambiar solo de pareja, sin modificar la atmósfera emocional interior y las percepciones sobre el amor y la vida juntos, nos hará seguir repitiendo las mismas vivencias con personas distintas. Y seguir legando a los hijos el mismo tipo de ambiente funesto, que hará de ellos la continuidad de la historia triste que les iniciamos.
Tiempo para estar con nosotros mismos, pedir ayuda, evaluar lo vivido y preguntarnos cuáles son las cosas que no queremos repetir, es fundamental antes de abrirle la puerta a nuevos ciclos en pareja. Tenemos el derecho a volver a empezar y la responsabilidad de que no sea para que nuestra calidad de vida retroceda.
"Y la verdad, decidí hace mucho tiempo tener, mis convicciones decidí luchar por mis proyectos, decidí tener expectativas y cumplirlas o al menos intentarlo, no quiero ser una persona vacía sin saber andar solo, manipulando o ser como rémoras, siguiendo siempre hasta acabar con vidas comunes, sin satisfacción, sin tener objetivos. Realmente eso sí es triste." "He descubierto que puedo estar feliz por ser quien soy. He cometido muchos errores en toda mi vida. He vivido cosas terribles y he llorado a mares, pero nada ha sido en vano. He aprendido muchas lecciones y gracias a esto, ahora, soy quien soy: Un hombre que está orgulloso de ser el mismo.
Estaba buscando a alguien que me inspirara, me motivara, me apoyara, me cuidara, me amara, me valorara, me aceptara, me hiciera feliz, me tuviera paciencia, me quisiera con mis defectos sin juzgarme, hasta que, ¡por fin!
Me dí cuenta que ese "alguien" era yo, me estaba buscando a mi mismo, y sí, después de tiempo y mucho trabajo de introspección, me perdoné por tanto tiempo perdido huyendo de la responsabilidad de mi propia vida
El Universo te enseñará el mejor de los viajes, de eso no me cabe duda, pero es el diablo el que te enseñará las mejores canciones en el camino.
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