Y enserio no me molesta, me da una satisfacción, de tener ese honor.
Porque hay una confianza, la cual no la encuentra en otra persona y tú por tú forma de ser, el cariño brindado, la complicidad demostrada, ofreces ese refugio.
Se lo que se pasa con una angustia en pecho, se lo que es no dormir a través del áspero camino de la desilusión. Se lo qué es recorrer, el amargo sendero desesperanza.
En otro tiempo, seguro qué buscaba culpables hasta debajo de las piedras, hoy no. El primer y único responsable de la situación soy yo.
En decisiones personales, decisiones que causen una desestabilización mi mundo, el culpable soy yo por permitir hasta donde llegan o los dejo llegar, mi permisividad, básicamente.
En la tarde, me puse en comunicación, con la persona determinada intercambio de mensajes, sembrando tranquilidad y en una interactuación que tuvimos en él pasado, le recordé " yo no he cerrado bajo llave mis sentimientos, los gestionó" no es que tenga un tipo de Asperger, ojalá fuera así, es el daño que me han infringido que me hacen abrir en más o menos medida la llave de los sentimientos.
Si veo, si percibí, algo no me cuadra antes de que vaya a más. Corto por lo sano. Luego va a ser más doloroso para, la otra persona causando o sembrado un sentimiento de odio, que francamente no hay necesidad.
Del intercambio de mensajes, los únicos mensajes que me llenaron de satisfacción y al mismo tiempo, por eso es de mis personas favoritas, es muy difícil ser de mis personas favoritas.....
" me equivoqué"..." la culpa es mía"
La humildad cómo valor es la grandeza, que le hace ser a está persona, ser inalcanzable.
Una maravilla de persona. De las que merece muy mucho la pena.
He conocido, los llenos de ego, pero ego de nada, sin empatar con nadie o victorias miserables, los conocí déspotas, llenos jactancia, merecedores de un pin y gorra por sus objetivos logrados. Arrogantes con miserables cuotas de ínfimos poderes. Básicamente basura humana existen por qué, respiran.
Sin embargo está persona, me demostró con su obra, que podía y pudo, sufrió y padeció mil veces rodilla al suelo y mil una la levantó.
Sin miedo frente alta, sin rencor, pero con mucha memoria. Está dentro de mi mano, mi mano tiene cinco dedos, da igual que sea las 4,20 AM que, 12 PM la hora que sea, dónde quiera que esté con quién quiera que esté, siempre estaré.
Porque en todas las relaciones duraderas, lo primero que tiene que ser innegociable es la confianza. Y eso se construye día a día.
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