Es bueno tener oxigenadas las neuronas el alma y el intelecto, tomarse un impasse.
Cuando ves adultos comportarse como machang@s es muchas veces agotador.
Cuando ves a gente de tu propia familia, negar cosas, escurrir el bulto incluso, el que suscribe estas letras tiene capturas de conversaciones, con lo cual pruebas de quien niega la mayor, cae en su propia mediocridad y en todo lo que pregona que dice ser, no lo es.
Pero voy a esta ahí a pesar de muchas duras palabras, de desaires, sin ton ni son, sin contar muchas cosas, que por cierto, no contaré.
En fin las cosas, pasan porque tienen que pasar, no hay que buscar más culpables.
En este tiempo, me lo dedicaré a mi que a pesar de no ser ejemplo de nada, soy bastante respetado dentro de mis círculos, en tanto en cuanto ampliaré mi conocimiento.
Desde luego, no hay mal que por bien no venga. Y valoraré en este tiempo si de verdad merece la pena, seguir manteniendo los seguidores.
Pues mi sorpresa fue mayúscula, cuando en el momento de anunciar mi despedida, he visto la gente que sigue mis relatos, mis trabajos, mis esfuerzos, esos que otr@s no valoran o no saben valorar y desprecian porque sencillamente, no son capaces de desarrollar ningún tema mínimamente interesante.
Y es que la envidia, puso verde a viruta en el cuento, pero es que en la realidad, también sucede.
El conocimiento se comparte, de ahí en adelante buscaré nuevas herramientas, seguiré más en una red social de corte de izquierdas y en la cual me muevo como pez en el agua.
Volveré el mes que viene, sin embargo en este reducto personal, seguiré expresando mis intimidades.
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