Es muy habitual, que la casa de la soledad, se está pensando.
En la casa de la soledad, se viven momentos de anarquía pura.
En la casa de la soledad, se ven como la melancolía, pasea por ella, no siempre, pero más a menudo que en otros lugares.
En la casa de la soledad, la reflexión campa a sus anchas.
En la casa de la soledad, no falta ni un cigarrillo, ni un café.
En la casa de la soledad, el ser bipolar es normal.
En la casa de la soledad, también aparece el cariño y el amor.
En la casa de la soledad, siempre arrastra sus pies el recuerdo.
En la casa de la soledad, el habitante no se vuelve ermitaño, si tienes inquietudes.
En la casa de la soledad, aparecen negras sombras de desesperación.
En la casa de la soledad, hay veces que se anima con música.
En la casa de la soledad, se viaja sin moverse, trasladándose en el tiempo.
En la casa de la soledad, aparecen las risas y los llantos.
En la casa de la soledad, también extiende su manto la tristeza.
En la casa de la soledad, para el habitante, se vuelve esa soledad en vicio.
En la casa de la soledad, vivo yo.
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