sábado, 25 de marzo de 2017

Hoy no había a quien servir.

Después de mucho tiempo, hoy no había a quien servir, no había a quien decir buenos días.

Pensaba que iría a ser más desgarrador, afortunadamente mi vida es hecha a base de palos y tiempos perdidos que no quiere decir, que no sea experiencia acumulada, todo lo contrario más dureza en el corazón y en el alma.

Cada golpe cada dificultad, cada, obstáculo te hace una roca, te hace insuperable.

Ya no duele como las primeras cicatrices, no que eran tan desgarradoras.

Y en cada historia dejo más de lo que recibo, me siento orgulloso de ello, pues eso es huella, no ser magnánimo, no ni mucho menos, es orgullo.

Pero como digo siempre, muchas veces, el orgullo es una cosa y perder la dignidad es otra y la dignidad una vez perdida jamás es recuperada. Además en los handicaps y adversidades es realmente como la gente, se muestra comprobado científicamente, además de palpable.

Además en este episodio, se comprueba por enésima vez, ver realmente las reacciones de una persona, que decía ser tan dulce, tan cariñosa, tan....

No era, tal cómo se mostraba, salieron a flote su verdadero yo, mostrando su como si escribí éramos " te perdono la vida" sin embargo después de 45000 mil kilómetros, de tiempo vivido, un habitante más, de pobreza humana y poquísima humildad.

¿ Donde estarán las palabras lo siento, me equivoqué, perdón? No las he visto de corazón todavía, cuanto más corrió el tiempo, más lejos quedó la sinceridad. Más lejos quedó la credibilidad.

Pero sigo adelante, paso firme, mis objetivos, son cortos y claros y este momento es comprar una fregona eso si, de enrroscar muy importante.

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