Soy una persona muy observadora, me he fijado en este tema en general, como es el comportamiento de las personas.
Hay que verlos en un lado y en otro, el cual no es su zona de confort.
En la zona extraña, se comportan la mayoría de las veces, con respeto con algo de miedo, con dudas, con tranquilidad.
Pero es donde realmente se ve la persona como es en su zona de confort.
Si hay una educación exquisita, se comportan igual en un lado que en el otro, por otra parte sería lo más normal y correcto. Pero si hay alguna tara en la educación, manera de ser, la posesión del territorio, hacen a las personas, ser realmente como son.
He visto un cambio de 180 grados, lo cual me sirvió para mi aprendizaje y como tratar a los diferentes sujetos, en su zona confort.
He visto niños, tranquilos casi en estado de sumisión y en su posesión auténticos tiranos, voluntariosos, mal educados, pretenciosos, desairados etc.etc.
Me preguntaba porque eran así, pero en el transcurso de las visitas a su territorio me di cuenta que los progenitores eran iguales y es que no sólo el monte se hereda.
Afortunadamente ya no tránsito por esos lares, una retirada a tiempo es una victoria.
Pero transite hogares de suciedad, en los suelos y en las paredes, pero con enormes valores de convicción, solidaridad, humildad, criterio y humanidad. Y entre unos y otros me quedo con los segundos.
Y es que cuando digo, que educación para la ciudadanía es que empieza en el hogar, erradicar los anti valores de esas taras que acompaña a las personas de vanidad, egocentrismo, egoísmo, voluntariedad banal, pretensiones y demás taras que el ser humano tiene como fallo. Y si no evoluciona, desaparecerá como especie.
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