jueves, 20 de abril de 2017

Al final del día.

No sé, es esa hora extraña que permaneces sólo, cuando reflexionar es casi una obligación y casi un exorcismo del alma. Si visualizas y empiezas analizar el día, te sientes satisfecho, pues la mayor parte del día ayudas a gente aunque ahora, es un proyecto personal, en el cual, estoy volcado y es un reto. Espero de sus frutos. No soy perfecto, tengo mis imperfecciones, por supuesto y cada día intentó, superarlas pero hay algunas que jamás podré cambiar.

Ayer, estuve en familia y por avatares de la vida hubo una discusión, como familia estoy acostumbrado, pero valore una cosa, a pesar de que nos llamen bichos raros a los individuos que deciden estar sólos. Es cierto pensé y dije " que bien vivo sólo" aunque mi casa en largas partes del día está ocupada por gente, aunque , todo hay que decirlo, no mido mis palabras ni tengo que agradar, ni nadie desprecia mi forma espontánea, decir las cosas, las digo tal como son, duras y llanas.
No es que no me preocupé, como le sienta al contrario, pero lo mejor que ese contrario, respeta y acepta mi respuesta, sobretodo mi dureza.
Y es que mi naturaleza, es así mi profesora fue mi madre, me dejo heredado, quizás una versión 4.0 mejorada, pero más duro, más inteligente a la hora de asestar los golpes, a veces los golpes ni los mido, como un ataque de cualquier bestia depredadora.
Pero es que no queda otra, no me gusta el guante de seda, no me gusta mentir y maquillar la realidad, en sí con sa eso de maquillar es una mentira velada.
Si en algún caso, me excedí es porque era absolutamente necesario. No puedo tragarme  las mentiras o las " realidades maquilladas " que te dicen absolutamente convencidos.
Seguiré con este experimento, en el cual me estoy, volcando y a pesar de que es una obra de humanidad, es conseguir que mostrando la dura realidad, desmontar un mundo idílico de fantasía y hacer aterrizar en la realidad a las personas. No me cuesta prendas, en este caso veo los frutos.

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