La mesa, sirve para muchas cosas, para reunir personas, dialogar, para poner la compra cuando vienes de dicha acción y también sirve para jugar a las cartas o diferentes juegos de mesa, precisamente.
En Canarias tenemos un juego, noble de astucia, de perspicacia, de prever por donde viene la jugada, estando pendiente de tu compañero de equipo y del contrario.
Bien la vida es como el Rey Mala, si tu en una partida vas jugando, te marcas unos faroles, a veces ganas y otras no. A veces a pesar de ir con triunfos, pierdes. Si el contrario que juega contra ti, ya jugo varias partidas, tienes que tener la suficiente psicología, para no caer en su juego y ver por dónde viene el farol.
Es más como explique antes no trates a tu oponente con despreció, porque ese oponente se dará cuenta de tu actitud e irá a por ti con todas las consecuencias.
Y es que en un simple farol, si te sale bien, ganas la partida, pero si ya el oponente se cansó de tanto farol y tanta, parafernalia desde tú provocación, te come vivo.
Pues lo mismo es la vida, no desprecies al contrario, porque el susodicho contrario, si te conoce, te va farrapar hasta hundirte vivo. Luego cuando, se te venga la marea encima, no vayas pidiendo, respeto pues tú ya lo faltastes antes. Lo mínimo que debes hacer, para salir lo menos perjudicado, es pedir perdón y no volver a cometer el mismo error. Ya otra cosa si el ofendido acepta tus disculpas o quiere dialogar contigo, que en mi caso, si ya te deje pasar algunos faroles, vamos ni la hora te doy.
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