Querida hija, al comienzo de estas dos letras te digo;
jamás podré estar más orgulloso de ti.
Como todos los años te pido perdón y me maldigo mil veces, pero espero que algún día me perdones, espero que en la continuación de la vida, sepas valorar, lo mucho que sufro, he sufrido y sufriré hasta el último día de mi vida. Les dejo a ustedes este pequeño rincón de este humilde junta letras, que valoren y se hagan mujeres de bien, justas, empaticas, sin represalias de ningún tipo.
Yo estoy, estuve y estaré hasta el último día de mi vida, hoy después de 15 años, eres mi primer momento de felicidad plena, luego llegaron tus hermanas.
Somos, como somos, te vuelvo a pedir perdón y te animo a que sigas produciendo, con esa mente tan, prodigiosa que la naturaleza te doto. Viendo otras niñas de tu edad, no me cabe, más que admiración y orgullo de ti. Mi bien querida y amada hija. Mi rostro y mi alma sufre, creo que ni con el sueño eterno, conseguiré la paz de mi alma. Mil veces perdón, escucha a tus familiares y aprende a perdonar no a mí, no merezco tu perdón.
Quiero que seas feliz, que hagas lo que te guste, que hoy tienes 15 hermosos años y la vida pasa fugazmente. Vivela intensamente.
Te quiero por siempre mi querida hija Sara.
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