Mamá

Hay una frase en el acervo popular, que reza así;
"amor, no quita conocimiento "
Mi madre, no era perfecta, tenía sus imperfecciones, pero a pesar de ello era mi madre.

Una vida dura, bajo el maldito patriarcado, cuidando cabras desde tierna edad, sin saber leer y escribir, pero con ese rasgo incuestionable de los antiguos pobladores, en cuentas no había nadie superior.

Una vida dura, quizá tus muestras de amor no fueron tan tiernas como esperábamos, pero, al menos yo te agradezco, tu gestión en el hogar, tu dureza en tus ejecuciones, no diré que ninguno fuimos santos, no todo lo contrario, ruines pero esas pequeñas ruindades las heredamos de ti. Ese sentido del humor, sarcástico y a la vez negro también la heredamos de ti, decir las cosas aunque fueran hirientes sin procesar, de ti.

Algunas de mis hermanas heredaron, cosas en las jamás estuvimos de acuerdo. Pero eran tuyas.

La mala leche, el que la hace, la paga, la traición, imperdonable esas fueron características que heredamos muchos incluso tus nietos.

Pero llevaste la gestión, de nuestra familia, con malos tiempos y muchas bocas, lo mejor que, supistes y no te creas que tener cosas tuyas, siendo como soy, me dan vergüenza, no todo lo contrario, me enorgullece.

Pues es esa herencia inmaterial, que te viene incrustada en el alma.

Sabedora de lo que costaba ganar un duró, no te permitirá y no soportaba que se desperdiciará.

La necesidad te dio esa,  virtud que nosotros algunos heredamos, de pedir sin tener vergüenza.

Aportaciones al hogar sin ti no hubiera sido posible, tanto de gestión, como económicas.

A pesar de todas taras y defectos, como tenemos todos te quise, te quiero y te querré, aún siendo el más ruin de todos y el más que recibió leña de ti, no te culpo, me la gane a pulso.

Hoy en el aniversario de tu partida, te quiero mucho mamá